Las universidades en México hemos evolucionado más lento que las necesidades de la industria, pues, aunque no somos creadas solamente para esta evolución tecnológica -sino para formar seres humanos plenos-, la realidad es que nuestros esquemas rígidos y la regulación del gobierno, han limitado el que personas con experiencia de trabajo, puedan acceder al desarrollo pleno que da la educación. La capacitación, tampoco ha sido prioridad para los empresarios, tanto que, en promedio en México, invertimos menos del 2% de la facturación, en mejorar las competencias del personal. En nuestra industria leonesa, no todos los encargados de la producción, fueron a la universidad; tampoco todos los egresados de una universidad tienen el expertis para resolver problemas. Es la práctica “la que hace al maestro”.
La industria leonesa se ha diversificado y aparecen empresas del área metal mecánica, automotriz, de plásticos e incluso de alimentos y empaques; estos giros requieren especialistas en procesos industriales dado el cambio en el perfil de la economía. Con el arribo acelerado de empresas extranjeras de manufactura, así como por el desarrollo de la industria de cuero y calzado, se ha incrementado la demanda de ingenieros. Dediqué décadas a crear nuevos programas como: mecatrónica, ingeniería ambiental, ingeniería industrial y manufactura automotriz.
Tenía la ilusión de crear una nueva licenciatura que formara a los estudiantes en una nueva disciplina: “Core Tools” que es el conjunto de herramientas principalmente usadas en el sector automotriz también conocidas como PPAP, APQP, AMEF, SPC y MSA y que si bien nacieron en la industria japonesa, han sido adoptadas conjuntamente por Chrysler, Ford y General Motors para diseñar, desarrollar, prevenir, medir, controlar, registrar, analizar y aprobar productos y servicios de calidad que satisfagan las necesidades y expectativas del cliente. Además, son un requisito de la especificación técnica ISO/TS 16949.
En Guanajuato “core tools” es algo que apenas inicia. Después de décadas de formar a miles de ingenieros, vi que las necesidades de la industria cambiaban rápidamente de sistemas de calidad hacia “core tools”. Así, diseñé una licenciatura que imparto los sábados para formar a ingenieros que trabajen de lunes a viernes y sistematicen su experiencia y formarles en “core tools”. Esta área de conocimiento es la ingeniería de procesos. La necesaria automatización, documentación, reingeniería y certificación de procesos se aplica a las empresas mexicanas y extranjeras o instituciones de servicios de salud, transporte, comercio, finanzas, seguridad industrial y de ecología, entre otros.
Son los centros de distribución, proveedores TIR automotrices, empresas de calzado, inyectoras de plásticos, las manufactureras de piezas metálicas, constructoras, las que viven de la mejora de procesos y requieren “core tools”. Solo que encontré una restricción: los interesados no podían interrumpir su trabajo entre semana para asistir a la universidad. Por ello empecé a hacer algo diferente: ofrecer en la Universidad Meridiano esta Licenciatura: un programa ejecutivo en sábado, con certificación del conocimiento práctico, con horarios flexibles y con la necesaria aplicación desde las áreas de trabajo de la empresa. Mis primeros estudiantes son personas adultas que tienen experiencia en la manufactura, pero que no pudieron ingresar al sistema universitario por lo rígido que es: más del 80% de asistencia, clases de lunes a viernes; limitaciones para realizar visitas a la industria, enfoque teórico y enciclopédico, entre otros factores. Dedico ahora el resto de los sábados de mi vida a formar a más ingenieros en “core tools”. Se trata de mejorar las áreas de Planeación, Producción, Sistemas, Calidad, Materiales, Procesos Industriales, Proyectos, Logística, Reingeniería, Localización, Distribución y Mantenimiento de Plantas Industriales.
Se las dejo fácil amigos curtidores, zapateros, proveedores, constructores. Sí. Electroramsa, Castores, VISE, PCL, Flexi, SAPAL, GST, IMSS. Síganme enviando a más gente. Les cambiaré la vida a sus supervisores y técnicos para hacerlos ingenieros en “core tools”. Todo ha cambiado; apoyo con videos “en línea” con soporte de plataformas educativas y permitiendo que el estudiante continúe laborando; con aplicación completa los contenidos de las materias, con los horarios de clase de 8 a 2 los sábados. Ésa es la velocidad de los cambios que presenciamos. La universidad ya no es el único espacio para educar y capacitar; serán las fábricas y la vida misma, la que nos enseñen.
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