No poco de cuanto ocurre en el Sistema de Agua Potable y Alcantarillado de León es grave ya que se despoja a los que menos tienen o que no cuentan con nada, para dárselo a los pudientes, por “incentivos ecológicos”. Moderno concepto en la historia de las prebendas. ¿Ya lo registraría la Real Academia de la Lengua?
Lo que se ventila no es nuevo: que algunos del Consejo se repartan tajadas enormes de dinero; ya es costumbre.
Y claro que cuando se asoma irregularidad descomunal vienen los que saben explicar, como leguleyos o discípulos frustrados de Dale Carnié, para dejarnos si no convencidos por lo menos en Babia.
Este organismo es, para pocos, como la gallinita de los huevos de oro. Hoy lo disfrutan y mañana también. ¿Con qué arte de magia los extraen?. ¡Saben cómo hacerlo!,por eso están allí.
¿Descuentazos, tarifas especiales, contratos a familiares o surtidores de gasolina sin tener gasolinería?
Quienes manipulan todo eso siguen el camino de el señor don Gil de Robles, quien “con calidad sin igual; mandó hacer un hospital, pero antes hizo a los pobres”.
El proceso va en marcha apenas, ya que los miserables son dejados crecer en número, para que llegue el momento de hacerles obra grandiosa. Solo que es primero el idealismo de la explotación consumada.
Miren ustedes, mis pacientes lectores: si alguien, algún día, se aventura a cuantificar lo que en SAPAL, no voy a decir “se han robado”, porque se acorrienta esta colaboración y apoco hasta uno o dos letrados jurídicos me demandan, por eso expreso: lo que en ese organismo se ha dilapidado, nos moriríamos de susto, espanto o desencanto.
El dinero hurtado y tirado daría para entubar agua no solo a los terrenos de un ex presidente de la paramunicipal, sino a todos los horizontes leoneses.
Los expertos en verbalismo, malabaristas de la dialéctica chabacana, ya prepara las armas declarativas seguramente para convencernos que esos cientos de millones que bailan en los terrenos de la duda, fueron bien condonados, como se apresuró a notificar, sin más espera, el Director sapalino, “porque se hacen, dijo orondo, en automático”.
¡AJA y tres veces ajá!.
Lo que la alta burocracia hace, siempre tiene el sello de lo perfecto, sobre todo cuando de juegos malabares lingüísticos se trata.
Y a los neófitos, ignaros, nos dejan con un palmo de narices. Ni expertos que fuéramos en adivinación podríamos adelantarnos a sus sabios pensamientos y directrices que en nada fallan.
Es por demás curioso lo que ocurre en ese organismo que, dicho sea de paso, es nuestro; sí, de usted y mío. A un consumidor normal, o sea sin influencia ni contactos con la cúpula sapalina, le puede vender hasta aire. ¡Y pagas o corte!
Sin embargo un magnate con adecuada relación en la estratósfera de la empresa , se inscribe en el catálogo, lista, tabulador o como se diga, de los agraciados y su descuento le cae porque le cae. Si no fuera así ningún sentido tendría la palabra privilegio, ¿verdad, señor Director?.
¿Ese personaje que ya se adelantó a explicar lo que es a todas luces injusto, enfermo de prontismo, es al que descubrieron los cazadores de talentos y que ya estaba allí?. Ojalá entienda que en muchas cuestiones humanas, políticas,administrativas, “el hecho de que así sean, no es que así deban ser”. Si transgreden la justicia está claro que el fundamento o base en que se fincan, es nulo moral, social y hasta jurídicamente.
Claro que a propósito quienes son gestores desde antes de los nombramientos, ventilar influyentismo que favorece a los cúpulos, que desde los organismos empresariales los imponen para que se sirva y les sirvan.
Recordemos, nada más por ejercicio mental, la forma en que se logró la unanimidad para el actual Presidente del Consejo y venido no de presiones, simplementes gestiones, ¿desde qué trincheras?…. Todos lo sabemos porque fue evidente que uno de los que mecen la cuna en León, hizo su trabajo.
Alguien, con agudeza analítica puede inquirir si esos males o cáncer social van a ser y los vamos a padecer por los siglos de los siglos. No, hay remedio pero para aplicarlo se requiere una visión clara, gestiones firmes y voluntad de hierro. Previo deberá sacudirse la patrañería y ciertos poderes fácticos, que ejercen ya sabemos y precisamos quienes.
¿En qué momento es posible ese golpe de timón?
Cuando SAPAL vuelva al seno del Ayuntamiento, lo que tarde o temprano va a ocurrir, entonces, quien tenga agallas y del color que sea, se dará cuenta que como alcalde o alcaldesa, cuenta con una palanca enorme y poderosa para llevarle el bienestar al pueblo que más lo requiere.
Héctor René López Santillana no lo va a hacer, porque sus compromisos políticos, legítimos tal vez pero compromisos, se lo impiden; pero quien venga en la siguiente jornada electoral, con un mínimo de dos banderas, la gana. ¿Cuáles podrían ser?. Una: recuperar, para todos los leoneses SAPAL. La otra: construirles un panteón municipal en Las Joyas.
Esa candidatura, es claro, no podrá ser una reciclada que por ahí se asoma, ya muy censurada y todo, para tomar agua de Celis.
Todo eso al tiempo, que ya no parece muy lejano. Mientras tanto SAPAL aguarda y aguanta que se ventilen los detritus.
¿Cuál es su juicio, mis lectores?.