Ellas juegan softbol en medio de la selva en una comunidad de Tulum, en la Península de Yucatán. Descalzas y portando sus hipiles blancos bordados por ellas mismas, estas mujeres indígenas formaron el equipo de Las Diablitas que cada semana se reúnen a jugar softbol y a pasar un agradable momento de esparcimiento que las distrae por un rato de todas sus ocupaciones domésticas. Además de hacer ejercicio, ríen y disfrutan ese momento especial de convivencia en el que forjan amistades alejadas por un momento de sus responsabilidades. Esta actividad ha traído alegría a sus vidas y les permite tejer redes fraternas y solidarias. Como dirían las jóvenes de la ciudad: “es una tarde de chicas”. Apegadas a sus usos y costumbres patriarcales cuando se ven se saludan diciendo: ¡Qué bueno que te dejaron salir!
Esta historia tan ejemplar viene a colación para resaltar la importancia que tiene dedicar un tiempo a una misma para el buen desarrollo y salud de las mujeres. En este mes de octubre que se tiñe de rosa para enviar el mensaje de prevención contra el cáncer mamario, se dieron a conocer entrevistas de mujeres guerreras que lograron vencer esta terrible enfermedad. Ellas aconsejaron pensar en una misma, ya que por designio de roles las mujeres tienen a su cargo el cuidado de la familia. Siempre están viendo por los hijos, por el marido, por sus padres y hermanos y hasta por los nietos. Esta responsabilidad que amorosamente realizan las mujeres cobra un precio cuando te desentiendes de tu persona. Esto les deja menos tiempo para cuidar de sí mismas y para procurar oportunidades educativas o laborales que mejoren sus vidas.
Las mujeres siguen siendo las principales cuidadoras cuando los miembros de la familia se enferman. Si las mujeres desean continuar con esta importante función de atención, deben cuidar su propia salud. La diversión es buena y necesaria puesto que en ella se reparan fuerzas, además de que ayuda en la salud mental y física. Tener un pasatiempo disminuye el estrés.
Las características propias de la mujer necesitan ser consideradas para la promoción de su salud y la prevención y tratamiento de las enfermedades que la aquejan. Más allá de la atención en materia de asuntos relacionados con la reproducción están la osteoporosis, la obesidad, la ansiedad y depresión, entre otras.
En la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer realizada en 1995, en Pekín, se definió un concepto de salud y se desarrollaron ciertas problemáticas y medidas específicas en el aparatado “Mujer y salud”. En dicha declaración se definió que: “Salud no es sólo la ausencia de enfermedades o dolencias, sino un estado de pleno bienestar físico, mental y social”, así como estipula que “la salud de la mujer incluye su bienestar emocional, social y físico y que la determinan tanto factores biológicos como el contexto social, político y económico en que vive”.
En los Centros Impulso del Estado de Guanajuato y en las Plazas de la Ciudadanía se ofrecen, entre otros servicios, clases de cocina, corte y confección, cultora de belleza, elaboración de figuras de pasta francesa y también de zumba. Estos cursos tienen el objetivo de capacitar para el trabajo, pero también ofrecen ese espacio tan importante de esparcimiento que requieren las mujeres, fomentando relaciones humanas y tejiendo redes, entre ellas en las que se procuran ayuda mutua, lo cual es muy positivo para sentar bases de un tejido social con sentido solidario fomentando la cohesión social tan necesaria para la paz y desarrollo de una sociedad.