El nuevo modelo de seguridad con el que se busca disminuir la incidencia delictiva en nuestra ciudad fue aprobado por unanimidad en el H. Ayuntamiento desde diciembre pasado.
Esta estrategia cimienta su éxito en una serie de acciones coordinadas que en su conjunto buscan crear un entorno más seguro para los leoneses, entre ellas: la implementación de juzgados cívicos, el patrullaje estratégico, la policía de proximidad y la policía de investigación, entre otras.
Sin embargo, dicho modelo tiene un elemento que constituye su corazón, es decir, que sin éste no podrá subsistir, y es la posibilidad legal de que los ciudadanos puedan presentar denuncias (por delitos patrimoniales, principalmente) a través de cualquier elemento de Policía de la ciudad.
La recepción de denuncias es un factor indispensable para que cualquier sistema de prevención del delito sea exitoso, pues en la medida en que los ciudadanos víctimas de algún delito puedan presentar con facilidad su denuncia ante las autoridades, generaría en automático tres beneficios muy importantes:
- Proveerá a las corporaciones de seguridad de una fuente de información invaluable, revelando los tipos, zonas y horarios de delitos cometidos, modus operandi, etc. Es decir, se alimentaría a un sistema de inteligencia que le ayudaría a la Policía a determinar patrones y predicciones, elementos que son la materia prima para llevar a cabo labores de prevención, que es la principal vocación de una Policía Municipal.
- Provocará un descenso inmediato en la cifra negra, es decir, aquellos delitos que no se denuncian. Ello permitirá generar información real sobre la incidencia delictiva en la ciudad, logrando el diseño de operativos y acciones que sean mucho más efectivas contra la delincuencia.
- Abrirá una gran cantidad de carpetas de investigación que podrán acreditárseles a los delincuentes que sean detenidos y puestos ante un juez, logrando con ello que se les dicte prisión preventiva y no la libertad provisional, lo cual permitirá erradicar la “puerta giratoria” que tanto desmotiva a la ciudadanía y a los mismos policías.
Para lograr materializar exitosamente este sistema se requiere principalmente de dos factores: el primero es que TODOS los elementos de la Policía Municipal estén capacitados para recibir las denuncias. Desafortunadamente, hoy en día nuestra ciudad sólo cuenta con 26 policías con estas características, quienes en tan sólo 20 días han recibido 18 denuncias, lo que nos permite deducir que, si los casi mil 400 elementos que se tienen en la ciudad tuvieran este entrenamiento, ya se tendrían más de mil denuncias presentadas, con los beneficios que ya comenté anteriormente.
El segundo es que la ciudadanía tenga confianza en la Policía Municipal, pues de otra manera por mucha facilidad que exista para presentar denuncias, éstas nunca llegarán a los policías. En este sentido, afortunadamente en la reciente Encuesta Nacional de Victimización y Percepción de Seguridad Pública, la percepción de confianza en la Policía Municipal de León subió de manera importante, pasando de un 40.7% en 2018 a un 67.4% en 2019.
Lamentablemente, este modelo tiene su principal detractor en el Fiscal General de Guanajuato, quien en público y en privado ha dicho que este modelo fracasará. Manifiesta, entre otras cosas, que la principal función de los policías municipales es preventiva, y no dedicarse a recibir denuncias y mucho menos a investigar, y tiene toda la razón en ello, sin embargo, parece ignorar que la información que obtendrá el Gobierno Municipal mediante la recepción de denuncias, es medular para la implementación de estrategias preventivas inteligentes y, por lo tanto, efectivas.
Los dichos del Fiscal contrastan con los casos de éxito que ha tenido la aplicación de este modelo en otras partes del País, como Querétaro, Chihuahua y Nuevo León, por citar algunos.
Bien lo acaba de decir el Fiscal General de la República, Alejandro Gertz Manero: en México el último año se cometieron 33 millones de delitos, de los cuales sólo fueron denunciados 2 millones, es decir, hay 31 millones de víctimas que “ya no creen en la justicia”, y está en nuestras manos comenzar a cambiar eso.