“La historia desconocida de la Güera Rodríguez” trabajo de 5 años de estudio de Guillermo Barba. Nueva España, 1808. “Oculta en la oscuridad, una mujer recorre las calles de la capital para llegar a una reunión clandestina, posee un secreto que podría cambiar el destino de México: Napoleón ha invadido España y, al parecer, planea destronar al rey.
Ella sabe que tiene que actuar con inteligencia antes de que el rumor se esparza, de lo contrario, los españoles podrían tomar el control del reino, arruinando cualquier posibilidad de una independencia pacífica. Esta obra de Barba, narra como nunca antes la vida de uno de los personajes más controvertidos y enigmáticos de la gesta insurgente, la Güera Rodríguez:
Amiga íntima de virreyes, benefactora de Hidalgo, Allende e Iturbide, y mujer liberal que vivió a contracorriente de las normas morales de su tiempo. Atrapada entre dos mundos, el de la corte virreinal y el de los sueños libertarios, María Ignacia Rodríguez de Velasco se verá involucrada en peligrosos juegos de espías, conspiraciones políticas y traiciones amorosas que pondrán en riesgo no sólo su vida sino el porvenir de su patria. Entretejiendo la biografía con la novela de suspenso político, en “La conspiradora”, Guillermo Barba ha abierto una ventana desconocida hacia una figura fundamental para la independencia de México.
Más allá de ser amiga o amante de personajes tan diferentes como el libertador Simón Bolívar, el naturalista Alexander von Humboldt y el emperador Agustín de Iturbide, fue benefactora de los insurgentes Hidalgo, Morelos y Allende, y una dama bella, rica e ingeniosa. Pero La Güera Rodríguez fue, sobre todo, “una mujer valiente que arriesgó todo en aras de un sueño libertario”. A esta conclusión llega el escritor y cineasta Guillermo Barba Behrens, al seguir los pasos de María Ignacia Rodríguez de Velasco de Osorio Barba y Bello Pereyra (1778-1850), mejor conocida como la Güera Rodríguez.
Fue una mujer muy valiente que, con cinco hijos y viuda, arriesgó su fortuna, su nombre y su propia vida en aras de un sueño libertario”. Para Barba, esta cortesana que enfrentó en dos ocasiones a la Inquisición y salió ilesa fue una de las precursoras del feminismo. “Se atrevió a ser dueña de su cuerpo, su mente y su voluntad en una sociedad absolutamente machista.
Reivindicarla es reivindicar a las mujeres y sus derechos. En esa época, eran consideradas menores de edad, el marido o el padre era el dueño y podían corregirlas a golpes. Luchó no sólo por su libertad, sino por la de la nación”. Dice que fue uno de los personajes más interesantes y enigmáticos de la historia nacional. Es poco conocida, como muchas de las mujeres de la época, debido a una especie de misoginia histórica.
Lo primero que se piensa es que fue una fémina de cascos ligeros, pero ignoran su larga participación en la Independencia. Detalla que comenzó como conspiradora y espía. En 1809, ella misma hizo una conspiración contra el gobierno de facto, en 1810 estuvo en Dolores con Hidalgo y Allende, luego en la reunión secreta de Los Guadalupes, fungiendo como guía y benefactora para ayudar a los ejércitos insurgentes y, de 1816 a 1821, apoyó la consumación de la Independencia impulsando a Iturbide y organizando tertulias. Barba Behrens destaca la relación de María Ignacia con las reconocidas luchadoras insurgentes Josefa Ortiz de Domínguez y Leona Vicario.
Muy recomendable dar lectura a esta gran obra. “Un libro abierto es un cerebro que habla; cerrado un amigo que espera; olvidado, un alma que perdona; destruido, un corazón que llora, Proverbio Hindú”