Hace 10 años desde el CIATEC publiqué el libro “Innovación tecnológica en el cluster de la construcción” en coordinación con el Concyteg (hoy SICES) y la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC). 

Enfocado a innovaciones tecnológicas, planteaba la necesidad de integrar “disruptivamente” esta cadena productiva con innovación en procesos constructivos y nuevos materiales. 

Las tendencias industriales son ahora una realidad: casas ecológicas, gustos personalizados del cliente, uso de materiales reciclables, sistemas constructivos “esbeltos”, concretos translúcidos, entre otros.

Estos días, la CMIC concretó una iniciativa: convocó al panel “Gto Disruptivo” para analizar el panorama del cierre del año en el sector de la construcción. 

El evento “disruptivo” reunió a los directores de obra del corredor industrial, así como al Secretario de Infraestructura Estatal (una disrupción es un rompimiento con la manera tradicional de ejecutar algo). 

En las últimas décadas, el término “disrupción” ha sido utilizado en las áreas tecnológicas y de negocios para referirse a la introducción de nuevos procesos, métodos o productos que cambian la forma en la que tradicionalmente se hacía algo, agregando valor al sector al que están dirigidos. 

Aunque faltó un espacio para presentar casos y estrategias exitosas para hacer “disrupción” en el sector de la construcción, el Foro ayudó a plantearse interrogantes, pues la recesión económica contribuye a acelerar cambios en los modelos de negocio, en la interacción con nuevas plataformas y puede causar la desaparición o el desplazamiento de procesos o productos que tradicionalmente estaban liderando el sector construcción.

El sector de la construcción es el termómetro de la actividad económica de México. Es intensivo en mano de obra y los insumos son nacionales.

Lamentablemente la construcción cayó 4.4% anual en promedio en el acumulado enero-agosto de este año, de acuerdo a datos desestacionalizados del Indicador Global de la Actividad Económica del INEGI (Instituto Nacional de Estadística y Geografía. 

Esto es, el sector de la construcción está peor todavía que la economía mexicana. 

Si ésta se encuentra en recesión con crecimiento cero, aquella, tendrá un decrecimiento del 5% anual. Tan solo en octubre, la actividad económica de la construcción cayó 3.4% en términos anuales.

Sería de esperar que el efecto de que el Banco de México vuelva a reducir esta semana la tasa de interés, que se active la economía; que el gobierno del Presidente AMLO ejerza el presupuesto y deje el sub ejercicio; que la 4T genere confianza en inversionistas y consumidores; que la devolución que hace el Gobierno federal de los impuestos a Guanajuato no se siga recortando; en resumen, que se lancen licitaciones de obra pública (el 40% de la inversión, en tanto el 60% es privada). 

Analistas financieros como HR Ratings y Forecastim estimaban que la tendencia de la construcción cambiará hacia finales de este año, impulsada por un cambio en la política fiscal ocurrido a partir de julio con el objetivo de reactivar la inversión física presupuestaria en el rubro de comunicaciones y transportes. 

Pero no ha sucedido así. El INEGI publica datos de las empresas constructoras y el valor de producción del sector cayó 10.2% anual en agosto y acumuló 14 meses consecutivos a la baja.

¿Qué hacer frente a esta realidad de la economía nacional? Una de las conferencias fue “Barómetro de la Industria de la Construcción en Guanajuato”, impartida por Eduardo de la Peña, de Deloitte México. 

Otro de los paneles fue el compuesto por los presidentes de los consejos empresariales de León, Irapuato, Salamanca y Celaya, donde asistieron también los de Nuevo León y Aguascalientes. 

Asistió el diputado panista Juan Carlos Romero Hicks y el periodista Carlos Loret de Mola (considero debieron invitar a políticos morenistas para que expusieran sus estrategias para reactivar al sector construcción).

El cluster de la construcción es un conglomerado de empresas que están integradas en una actividad económica y este concepto incluye a todas las organizaciones que están ligadas al futuro de la construcción, como proyectistas, calculistas, constructores proveedores, supervisores, colegios de profesionistas, universidades, investigadores, vendedores, valuadores.

¿Qué es lo que podemos hacer todos en Guanajuato frente a la recesión económica en general y la contracción del sector construcción a nivel nacional? Aglutinarnos como cluster, promover confianza en los clientes que requieren obras, dinamizar el crédito. 

El Gobierno estatal solicitar préstamos para que se transformen en obra pública, ofrecer incentivos fiscales estatales para innovaciones en procesos constructivos, así como en productos y usar inteligentemente los fondos de pensión estatales. 

Los Municipios, facilitar los trámites de construcción y todos, integrar la cadena productiva que forma el cluster, que deseamos, sea ahora “disruptivo”.

*Director de la Universidad Meridiano, AC

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