El próximo 10 de diciembre, es el aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, adoptada y proclamada por la Asamblea General en su resolución 217 A (III), en el año de1948.
Sus bases principales: La libertad, la justicia y la paz en el mundo sustentada en el reconocimiento de la dignidad intrínseca y de los derechos iguales e inalienables de todos los miembros de la familia humana.
El desconocimiento y el menosprecio de los derechos humanos han originado actos de barbarie ultrajantes para la conciencia de la humanidad y que se ha proclamado, como la aspiración más elevada del hombre, el advenimiento de un mundo en que los seres humanos, liberados del temor y de la miseria, disfruten de la libertad de palabra y de la libertad de creencias, considerando esencial que los derechos humanos sean protegidos por un régimen de Derecho, a fin de que el hombre no se vea compelido al supremo recurso de la rebelión contra la tiranía y la opresión.
También esencial promover el desarrollo de relaciones amistosas entre las naciones, que los pueblos de las Naciones Unidas han reafirmado en la Carta su fe en los derechos fundamentales del hombre, en la dignidad y el valor de la persona humana y en la igualdad de derechos de hombres y mujeres y se han declarado resueltos a promover el progreso social y a elevar el nivel de vida dentro de un concepto más amplio de la libertad.
Los Estados Miembros se han comprometido a asegurar, en cooperación con la Organización de las Naciones Unidas, el respeto universal y efectivo a los derechos y libertades fundamentales del hombre, y que una concepción común de estos derechos y libertades es de la mayor importancia para el pleno cumplimiento de dicho compromiso.
La Asamblea General proclamó la Declaración Universal de Derechos Humanos como ideal común por el que todos los pueblos y naciones deben esforzarse, a fin de que tanto los individuos como las instituciones, inspirándose constantemente en ella, promuevan, mediante la enseñanza y la educación, el respeto a estos derechos y libertades, y aseguren, por medidas progresivas de carácter nacional e internacional, su reconocimiento y aplicación universales y efectivos, tanto entre los pueblos de los Estados Miembros como entre los de los territorios colocados bajo su jurisdicción.
La Declaración se compone de un preámbulo en el que se exponen seis consideraciones sobre los derechos y de los 30 artículos enunciados de la siguiente forma: Todos los seres humanos nacen libres e iguales, todas las personas tienen los derechos proclamados en esta carta, todo individuo tiene derecho a la vida, la libertad y la seguridad. Nadie será sometido a esclavitud ni a servidumbre. Nadie será sometido a penas, torturas ni tratos crueles o inhumanos. Todo ser humano tiene derecho al reconocimiento de su personalidad jurídica. Todos tienen derecho a la protección contra la discriminación.
Toda persona tiene derecho a un recurso efectivo ante los tribunales. Nadie podrá ser detenido, desterrado ni preso arbitrariamente. Toda persona tiene derecho a un tribunal independiente e imparcial. Toda persona tiene derecho a la presunción de inocencia y a penas justas. Toda persona tiene derecho a la privacidad, la honra y la reputación. Toda persona tiene derecho a la libre circulación y a elegir libremente su residencia. Toda persona tiene derecho al asilo en cualquier país. Toda persona tiene derecho a una nacionalidad y a cambiar de nacionalidad. Todos los individuos tienen derecho a un matrimonio libre y a la protección de la familia. Toda persona tiene derecho a la propiedad individual o colectiva. Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento, conciencia y religión. Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión. Toda persona tiene derecho a la libertad de reunión y asociación. Toda persona tiene derecho a participar, directa o indirectamente, en el gobierno de su país. Toda persona tiene derecho a la seguridad social. Toda persona tiene derecho al trabajo y la protección contra el desempleo. Toda persona tiene derecho al descanso y al disfrute del tiempo libre. Toda persona tiene derecho al bienestar: alimentación, vivienda, asistencia médica, vestido y otros servicios sociales básicos. Toda persona tiene derecho a la educación y al libre desarrollo de la personalidad. Toda persona tiene derecho a tomar parte en la vida cultural de su comunidad. Toda persona tiene derecho a un orden social que garantice los derechos de esta carta. Toda persona tiene deberes con respecto a su comunidad. Nada de esta carta podrá usarse para suprimir cualquiera de los derechos. Hagamos valer como personas humanas nuestros derechos humanos, conociéndolos y haciéndolos propios.
“Los seres humanos, de hecho todos los seres vivientes, tienen el derecho de perseguir la felicidad y vivir en paz y libertad, Dalai Lama”.
Twitter: @ArellanoRabiela