“La cleptomanía es un tipo de trastorno de control de los impulsos; es decir, un trastorno caracterizado por problemas con el autocontrol emocional o conductual”. Clínica Mayo
La noticia se había publicado hace unos días: el embajador de México en Argentina habría hurtado un libro de El Ateneo en Buenos Aires. Ricardo Valero, experimentado diplomático, aparece en las cámaras de seguridad al momento de guardar un libro entre sus periódicos para no pagarlo.
El hecho no había tenido repercusiones mayores hasta que el video corre por las redes y el Gobierno de México tiene que enfrentar la situación. Los detractores de la nueva Administración brincaron a las redes para injuriar a Valero. Ratero, pillo, corrupto y otros epítetos más graves se lanzaron al embajador.
El presidente Andrés Manuel López Obrador salió en su defensa al día siguiente en La Mañanera. “Era un error que cualquiera podía cometer”, sobre todo por el valor de unos 200 pesos del libro. No había que estigmatizarlo.
La respuesta de nuevo fue lapidaria. Los bots humanos e inhumanos regresaron al ataque. Que si la corrupción estaba peor que nunca, que si las ratas de antes eran las mismas de ahora, en fin, no terminan aún los reclamos de regresarlo a México.
Marcelo Ebrard, secretario de Relaciones Exteriores y jefe de Valero, dijo diplomáticamente, que el caso se estudiaría y de ser necesario se llamaría al embajador a México para dar cuenta del incidente.
Ricardo Valero tenía una larga trayectoria política y diplomática. Pocos puestos deben ser tan gratos como el de embajador en Argentina. La cultura, la comida, los vinos y la gente alrededor de los temas mundiales del momento son motivos de disfrute intelectual y gastronómico. Un pequeño paraíso para culminar una larga carrera.
Todo se lo llevó un libro escondido en periódicos en un truco de cleptomanía que según la Clínica Mayo no tiene raíces científicas claras. Puede ser falta de serotonina, un transmisor químico cerebral responsable de depresiones, ansiedad o la tentación irrefrenable de hacer pequeños hurtos.
También puede ser un complejo estímulo de dopamina o algo semejante al “high” que producen los derivados del opio en el cerebro. Vaya usted a saber cuál sea el origen de esa enfermedad que sufren mayoritariamente las mujeres. Dos de cada tres enfermos de cleptomanía son mujeres, según la prestigiada clínica.
Por eso juzgar igual a un enfermo de cleptomanía que a Manuel Bartlett no tiene sentido. El director de la CFE acumuló cientos o tal vez miles de millones de pesos en su paso por el Gobierno. Cómo comparar un pequeño pillaje producto de un desbalance químico en el cerebro con la premeditación, alevosía y ventaja que aprovechó Bartlett en el PRI y ahora el PT-Morena.
Ricardo Valero termina una carrera profesional sin que se le conozca fortuna. Llevará una penitencia desproporcionada a su delito. Para cualquier enfermo significaría pagar una multa administrativa y la sugerencia de atenderse con un psiquiatra. El representante de México será recordado por haber hurtado un libro sobre Giacomo Casanova en la maravillosa librería de El Ateneo en Buenos Aires. En eso tiene razón AMLO, no podemos lincharlo sino sentir tristeza por él. Por Bartlett, la nueva Administración debería sentir vergüenza de mantenerlo en el puesto y en la impunidad.