Recomiendo ampliamente esta película que explora la relación entre el Papa Benedicto y el Papa Francisco: los dos Papas. Basada en un guión que recrea el entorno que rodeó a la renuncia de Ratzinger al papado, -cuando éste entiende que no puede ya gobernar a la iglesia y ella requiere renovación-, se basa en un contraste entre dos estilos de liderazgo y dos visiones, una de tradición y la otra de innovación.
En la película, ambos personajes hacen introspección de sus propios pasados y de cómo entienden las demandas del mundo moderno para forjar un nuevo camino para la Iglesia católica.
La trama se da en el año 2012. El guionista parte del hecho histórico en que el cardenal Bergoglio visita Roma -quizá frustrado por el rumbo que ha tomado la iglesia católica- para solicitar una entrevista con el Papa Benedicto y con este pretexto, se crea un encuentro hipotético pero probable, entre estos dos personajes. El cardenal Bergoglio (Jonathan Pryce) viaja a Roma para solicitar el permiso del Papa Benedicto (Anthony Hopkins) para retirarse y este encuentro en la casa veraniega provoca un diálogo evocador entre un sacerdote jesuita y un cura diocesano, que mostrará las enormes diferencias en la comprensión del mundo, pero que tienen como unión, al amor que se da en el espíritu humano.
Pareciera que cuando el Papa Benedicto convoca a su crítico, lo visualizara ya como su futuro sucesor en Roma, pues se retoma que Bergoglio fue el segundo cardenal más votado cuando la elección de Benedicto con el apoyo del también jesuita Cardenal Martini el gran renovador.
Entre Francisco y Benedicto se sucederán extensas charlas para buscar posturas en común donde se refleja de cuerpo completo la espiritualidad del jesuita y su manera de ver el mundo y su desprendimiento de lo material para solo servir a los demás.
Esta película que dirige el brasileño Fernando Meirelles es una mirada íntima a un momento histórico clave para la Iglesia católica. En ese diálogo creado por el guionista, Francisco le deja ver los grandes cuestionamientos del mundo hacia la estructura eclesial. Tras los muros del Vaticano, conocemos ese debate entre la tradición y el progreso, para proyectar el futuro de los millones de fieles católicos de todo el mundo.
Benedicto en la película, revela a Bergoglio el secreto que sacudirá los cimientos de la iglesia católica, cuando anuncia que renunciaría al pontificado de la Iglesia y mostrando su arrepentimiento cuando el jesuita le cuestionó sobre la protección de la iglesia hacia Maciel y los curas pederastas.
Podría quizá cuestionarse que el guión refleja más las virtudes que los defectos de Francisco y muestra a Benedicto en todos sus dilemas. Uno latinoamericano y el otro alemán. Aquél sensible a lo social y éste al dogma. El jesuita revolucionario y el diocesano conservador. Sí.
Esto es lo que refleja la película, pero también es parte de esa realidad. Veo al productor entusiasmado con el tránsito institucional del catolicismo hacia las necesidades de la gente, pues no solo plantea una crítica hacia Juan Pablo II y su encubrimiento a los Legionarios de Cristo y a Maciel el pederasta, sino que da cuenta de todas las presiones externas que debió tener Benedicto para renunciar frente a los escándalos financieros y de pederastia en la iglesia católica.
Pryce el actor muestra en la película el estilo de Francisco: austeridad, sencillez y opción preferencial por los pobres, con una sabiduría que brilla en el diálogo con el Papa Benedicto.
En los cuestionamientos que Francisco le hace en la película, se le ve entendiendo los “signos de los tiempos”, en un mundo secular, que ve ya con reservas muchos de los dogmas y prejuicios que ya no tienen sentido como el celibato y la exclusión de los divorciados.
A cinco años de su pontificado, Francisco hoy conduce a una Iglesia que se adentra en el mundo real donde el catolicismo ya solo crece en Asia, África y América Latina, pues en Norteamérica es minoría y en Europa se generaliza el ateísmo. Ganando simpatías entre los jóvenes y entre los liberales católicos, Francisco ha creado estos años, paradigmas nuevos en el estilo de liderazgo del guía espiritual de los católicos. Él se ha colocado en el límite del sistema; crea esquemas nuevos y ha entrado en conflicto con el status; ha sido incómodo y ha provocado escándalo. A la prédica y su actuar sencillo y directo, se enfrentan hoy numerosas reacciones dentro y fuera de la iglesia católica; son lo mismo conservadores protestantes que católicos; con sus planteamientos teológicos crea inquietud y llama a muchos a regresar a la iglesia.
Su lenguaje es directo en política; su discurso no se centra en asuntos de moral, sino en el mensaje social del Evangelio, los cambios en el Banco Vaticano, sus intervenciones en el Sínodo de Obispos o en el Congreso norteamericano, con planteamientos liberales y sus textos como la “Encíclica Laudato Si” sobre medio ambiente, han hecho crecer la aceptación sobre el líder del catolicismo, que es plasmado con maestría en “Los dos Papas”, del guionista Anthony McCarten.