Del realismo mágico de Juan Rulfo (1955): “Vine a Comala porque me dijeron que acá vivía mi padre, un tal Pedro Páramo. Mi madre me lo dijo y yo le prometí que vendría a verlo cuando ella muriera& Pero no pensé cumplir mi promesa. Hasta que ahora pronto comencé a llenarme de sueños, a darle vuelo a las ilusiones&”.
¿Qué veniste a hacer aquí? Ya te lo dije, vine a buscar a Pedro Páramo, que según parece fue mi padre. Me trajo la Ilusión. -¿La ilusión? Eso cuesta caro&
El camino subía y bajaba: “Sube o baja según se va o se viene. Para el que va, sube; para el que viene, baja”& ¿Cómo dice usted que se llama el pueblo que se ve allá abajo? — Comala señor. ¿Está seguro de que ya es Comala? — Seguro Señor. ¿Y porqué se ve esto tan triste? –Son los tiempos señor.
Llevamos desde el primero de enero con ilusiones y realidades tipo Pedro Páramo.
Me refiero por un lado a las ilusiones del INSABI, en quien el Gobierno federal ha puesto sus complacencias para para crear un sistema universal de salud mexicano, con la finalidad de atender a toda la población sin seguridad social, con un paquete ilimitado de servicios y medicamentos sin pago de ninguna cuota, contemplando un cambio en el esquema laboral para absorver al personal en plazas estatales.
Por el otro, las realidades que se han hecho evidentes del malestar social ante las ilusiones dichas por el presidente de la cuarta transformación, donde pacientes, profesionales e instituciones han dado infinidad de ejemplos del mal funcionamiento por la falta de gerencia adecuada.
No se sabe aún qué servicios, medicamentos y enfermedades cubre. Este realismo mágico se da en un entorno jurídico complejo y hasta ahorita irresponsable por parte de las autoridades federales.
Hace una semana venció el plazo para que se publicará el Programa Sectorial de Salud, que es la brújula que marca el rumbo del Sistema Nacional de Salud. Solo ilusiones diciendo “hemos logrado sentar las bases para que el derecho a la salud de toda la población sea una realidad”.
Igual ocurre con el Plan Nacional de Salud que sigue brillando por su ausencia, no digamos de los programas operativos anuales de cada institución.
Dicen con magia “Este Plan se ha iniciado, bajo el compromiso de cero corrupción, evaluación permanente y transparencia total, que permitirá tener acceso y atención médica de calidad las 24 horas del día, eficiente uso de los recursos y gratuidad”.
El realismo dice no hay plan; no hay medidas anticorrupción; no hay indicadores de impacto ni de proceso, de hecho, de ningún tipo, ¿qué evaluarán?; por último no se podrá tener acceso y atención médica de calidad las 24 horas del día.
La fantasía se enfrenta a la realidad de la regla de oro, si no hay oro, no hay regla. La ilusión no se sustentará financieramente en tiempos y recursos, porque además no se ve fiscalmente sostenible y lo argumento a continuación, dado que solo tienen fuera de lo presupuestado, los 40 mil millones de pesos que sustrajeron del Fondo de Gastos Catastróficos, y que serán por una sola ocasión.
Estimación 1 (1). ¿Cuánto costaría la atención ilusionada (gasto per cápita) de la población beneficaria potencial del INSABI, considerando como referencia el gasto por persona del IMSS? Esto pensando una tasa de atención del 40%, que el gasto refleje los costos de salud y que existe lo necesario -infraestructura, recursos físicos y humanos- para atenderla.
Respuesta 1. Población potencial 75,782,911 personas a un costo unitario de $8,068. Significa un costo total de 611,402 millones, restándole FASSA y lo presupuestado para seguro popular, faltarían 472,304 millones de pesos (de los cuales solo tienen 40).
Estimación 2. ¿Cuánto costaría la atención ilusionada (gasto percápita por usuario) considerando al total de personas que reportaron tener alguna necesidad de salud en la Encuesta de Ingreso y Gasto en los Hogares 2018? Considerando que existe lo necesario -infraestructura, recursos físicos y humanos- para atenderlas.
Respuesta 2. Población Usuaria 49,518,490 (Sin considerar la población usuaria de la seguridad social que se atiende en los servicios estatales de salud, aprox 7 millones). El costo por usuario $21,710, dando un total de $1,075,067 millones, restando lo presupuestado habría un déficit de $905,227 millones.
Estimación 3. ¿Cuánto costaría con tres intervenciones seleccionadas de salud: Enfermedades más comunes; Prevención y un Paquete de Servicios Esenciales de la OMS que incluya intervenciones maternas, infantiles, infecciosas y crónico degenerativas adaptadas al caso mexicano? Considerando costo de cada intervención, inflación de los costos en salud y que existe lo necesario para atenderlos.
Respuesta 3. Costaría $792,620 millon3s de pesos (3.2% del PIB) resultando un déficit de $622,780 millones. El irreductible como país debiera ser que garanticen ya al menos lo que el Seguro Popular hacía gratuitamente, incluyendo la atención del tercer nivel de los 66 padecimientos hasta diciembre vigentes. Si realmente quieren mejorar, se necesita mayor inversión, no ilusiones que terminarán por lo anteriormente expuesto igual que Pedro Páramo: “… Después de unos cuantos pasos cayó, suplicando por dentro; pero sin decir una palabra. Dio un golpe seco contra la tierra y se fue desmoronando como si fuera un montón de piedras”.
(1) Consideraciones de impacto Presupuestario del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria, A.C.
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