En una buena discusión familiar, hay quien opina con pesimismo que vamos directo a la pérdida de libertades, al autoritarismo en el cual en el país sólo valdrá la voluntad de un hombre. 
Algo semejante a lo sucedido en Cuba, Venezuela y Nicaragua. No sucederá. 

Las libertades y pluralidad ganada con muchos años de esfuerzo y con decenas de miles de mujeres y hombres que lucharon para conquistarlas no se perderán. Como decíamos en la escuela: no estamos mancos. Tenemos brazos para seguir luchando. 

Un ejemplo ilustrativo y reconfortante fue la presencia de Denise Dresser en la mañanera de ayer. La columnista y periodista de Reforma y Proceso intervino para denunciar el acoso judicial a Sergio Aguayo condenado a pagar 10 millones de pesos por “daño moral” al expresidente del PRI Humberto Moreira.

Denise es crítica, ácida, firme y clara. Así le habló al presidente López Obrador. Preguntó sobre la amenaza que se cierne sobre las libertades individuales en un proyecto de ley que asoma la nariz desde la Fiscalía General de la República.

Presuntamente quieren imponer prisión preventiva para cualquier delito, todo a criterio del juez o bien castigar el “daño moral” por difamación con pena de cárcel. 

El Presidente negó que fuera de su mano la iniciativa y se comprometió a no enviar al Congreso una ley de esa naturaleza. Dijo que la Fiscalía era independiente y él se deslindaba. 

Lo primero que llama la atención es la presencia de Denise en la mañanera. La periodista destaca como una de las voces más críticas a la nueva Administración; la entrevista demostró que la libertad sigue vigente y así seguirá mientras los ciudadanos queramos. 

Sergio Aguayo usó una metáfora para describir la detención de Humberto Moreira en Madrid, antes de que Enrique Peña Nieto lo rescatara de ser procesado por lavado de dinero. 

Recordemos que Moreira vivía a cuerpo de rey en Barcelona, sin que se le conociera negocio alguno. Aguayo escribió en AM, Reforma y varios periódicos del país que:

Moreira es un político que desprende el hedor corrupto; que en el mejor de los escenarios fue omiso ante terribles violaciones a los derechos humanos cometidos en Coahuila, y que, finalmente, es un abanderado de la renombrada impunidad mexicana…”.

Cuando le preguntaron a Enrique Peña Nieto su opinión sobre el caso Moreira, respondió que no podía “decir nada […] porque no [tenía] información”.

Hay que esperar”, sentenció&

El Ministro Alfredo Gutiérrez pidió ayer a sus colegas de la Suprema Corte de Justicia, ejercer su facultad de atracción para revisar, como última instancia, la sentencia. Apostamos que esa multa no se pagará porque sería una enorme injusticia e inhibiría la libertad de expresión. 

López Obrador dijo que el asunto era un “pleito de Reforma”, cuando es una lucha por la libertad. 
El daño moral más grande que se le ha hecho a México desde el Gobierno provino de la última generación de gobernadores priístas y del propio Peña Nieto.

Por dondequiera hay rastros de la rapiña. Podríamos llenar varios libros con las historias de corrupción a la luz del día y la impunidad tolerada por Peña, motivo por el cual gobiernan hoy López Obrador y Morena. 

México no puede ser tierra fértil para el totalitarismo. Hemos avanzado mucho para entregar de nuevo nuestro futuro a un solo hombre. 

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