Los expertos definen con este largo nombre a esa condición psicológica en la que alguien exhibe una excesiva e inapropiada, preocupación por las dificultades de alguien más o por un grupo de personas, buscando sino resolverlas en muchas ocasiones, cobijarle la adicción. El texto menciona que se llega a confundir el profundo amor por obsesión; define que quien vive esta codependencia asume un rol arquetipo mesiánico en donde se olvida del rol individual para solventar las necesidades del otro, aunque -en muchas ocasiones no lo realice- si ventile su ocupación desmedida. Reconozco amable lector que esta información ha sido extraída brutalmente de Wikipedia y de algunos vagos recuerdos que guardo del libro de la Dra. Melody Beattie, de ahí que si alguno versado en estos temas quisiera profundizar no sería con quien escribe, pues solo me sirvo de esta sintomatología para describir una posible psicosis nacional cada día más espesa.
Analicemos juntos, en la frialdad que nos dan las letras y la tibieza de esa taza de café que pudiera acompañarnos. En 2017 las encuestas señalaban que solo un 38 % de la población usaba el avión; hoy día las cifras, así como la necesidad de viajar rápido y eficientar tiempos contra las distancias; así como la disminución importante del costo de ese transporte lo ha llevado a superar cifras de uso y más considerando la ineficacia de los demás servicios de transporte en el país. Se señala que el uso de este transporte se ha incrementado a más de un 60% de ahí que el maravilloso Aeropuerto Internacional Benito Juárez sea ineficiente; entonces me acordé de que los países interesados en su economía no solo cuentan con un buen aeropuerto internacional sino varios y distribuidos según logística a lo largo o ancho de su territorio.
Entonces, cómo es que nosotros en Guanajuato con tanto recurso y bonanza no contamos con un buen aeropuerto internacional ¿qué nos limita? ¿terreno? ¿voluntad política? ¿es poco negocio? ¿complejo y largo proyecto? ¿larga tramitología? ¿Qué nos vean feo los demás estados? No tener a quien culpar por los retrasos y el caos que se genera, dejar de pegarle al señor de las mañaneras por sus ocurrentes declaraciones. Este tema transformado en una larga psicosis, amén de las cuantiosas pérdidas económicas, infecta diversos sectores de la población y de la opinión diversificándolos en buenos, malos y peores. De veras, que nos limita ¿la violencia? ¿las ganas? ¿Qué tal si se comienzan a dejar los impuestos de las armadoras en el estado, alcanzará? No sé, más creo que si puede ayudar. Cada pista, ahora describe mi amada enciclopedia Universitas, requiere tramos de tres km aproximadamente es decir que en unas 70 hectáreas metros más o metros menos (lo que ocupa hoy Toyota, para que se imagine el espacio) se podría habilitar un aeropuerto que nos permita varios destinos nacionales e internacionales sino todos si los más importantes- con invitación para su uso a los estados vecinos y el consumo interno. ¿Qué tal? Esta si es una opción para resolver esta inapropiada decisión que hiciera el sr López y favorecer una vez más a nuestro querido estado ¿qué opina? Yo ya me vi tomando un vuelo para la ciudad del Nunca Jamás y ¿usted?…