Esas manifestaciones de ir y venir, pintarme de color, ponerme un broche, no me van. Todas esas ridículas propuestas para mantenernos unidas ante la desgracia de quien no conozco o están lejos, me achican y busco cien pretextos para decir mejor otro día o yo no puedo, ni considero que le hagan reflexionar a nadie. Si fueran todas, sí una gran mayoría, de esas todas dijeran aquí estoy entonces puede que mejor me sume, para no quedarme fuera de la red, de la que creo debería ser mi rebaño; más sé que siempre hay una, o varias, como yo, que por sus muy suyas razones y propias creencias a la hora de sumar restan, peleadas con la multiplicación dividen y sin parentesco alguno con el linaje llevan un contreras tatuado en el alma.

 Yo soy de esas, de las que se acobardan, se llenan de pereza ante un ponte de morado, de las que voltean para otro lado cuando sé que te golpearon, te ofendieron; soy de las que se ríen -socarrona, por lo bajo- cuando te chiflan y digo eso le pasa por estar tan guapa, tan dizque buena. Soy de las que entienden porque gana menos una que el uno; soy de las que comprenden, porque los hombres no se casan y esas, esas bueno son esas. Soy de las que festejan las travesuras del Presi cuando dice: truco o travesura; soy de las que sé que para sandeces nomás el Peje que manda bonito a su esposa a reflexionar para que recule; soy de las que saben quien manda. Me gustan los machos, las que rezan de pecho para afuera sin dios y en pajarota. Soy de las que si te encuentro sola esperando transporte ni te digo te acompaño ni te llevo; me gusta que reflexiones en las paradas, para que aprendas.

Soy de las que se callan, cuando escucho que maltratan a la vecina, soy de las que se voltean cuando los niños se quedan solos. Soy de las prudentes, que no me meto donde no me importa, y si voy por la calle y miro a tus niños solos, los veo. Si tienes frio, te veo, si te matan, te veo. Más sí tengo que comentar, seré te lo juró, la primera en contar en dónde y cómo te vi, los vi, soy poseedora de una memoria casi fotográfica, podré detallar la ropa, el mínimo detalle, soy sumamente observadora, pierde cuidado, contaré lo que vea, sentí y hasta pude imaginar. Soy de las que no votan y se quejan.

Ni te he contado, también soy, de las que se hartan por tele, en Facebook, en insta y tanta boruca cibernética hay; soy de pláticas, de las que ya no leen, para no contaminarme la vibra. Soy de las intelectuales que entienden consecuencias y con madurez retórica señalo, dictaminó y opino. Soy de las que sigo a mi interés, mis sagradas necesidades y desdeño al destorlongado grito de hartazgo que cientos de mujeres proponen en este DIA SIN MUJERES y aunque ya me la pusieron facilita, pues  conscientes  -valoran, se acongojan- que el daño de veras es MAYÚSCULO; ya me veía yo de morado, ni así le entro, no me gusto fuera de moda en esta casi primavera como esos tus ojos, que te dejas poner; tampoco te advierto les creo a esos pequeños que andan contando vetúasaber retorcidas historias del internet, así que no me amueles chula, yo no soy de esas.

Tienes toda la razón, no eres de esas, no eres de las mías.  Velia Hontoria, VA CON UN DÍA SIN MUJERES, tú, haz lo que quieras.

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