La coordinación de recursos humanos, tecnológicos y materiales, utilizando instrumentos de planeación, organización, integración, dirección y control, para establecer sistemas de relación y cooperación con el afán de lograr propósitos comunes, son los elementos que integran el concepto de administración.
Los sistemas de salud, que integran multitud de elementos interdependientes y conectados entre sí formando una unidad de alta complejidad, en la cual cada una de esas partes lleva a cabo procesos organizados de manera lógica y secuencial, requieren de entes administradores y los médicos frecuentemente realizan estas funciones.
Ya sea en la práctica privada o en el sector público, en grandes centros médicos o en clínicas de menor tamaño, el rol del médico administrador juega un papel crítico.
Entre sus funciones, están las de formular, monitorear, evaluar y dado el caso modificar los planes de la organización, orientando los esfuerzos a un funcionamiento eficiente.
Los médicos administrativos participan también en la manutención de la salud financiera de la empresa, que no solamente es un elemento clave para el éxito de la misma, sino imprescindible para su supervivencia y deben estar familiarizados con presupuestos, pagos, flujos de capital, sueldos, auditorías y tener una visión global y local de las condiciones económicas adyacentes.
El médico administrador conoce y reconoce la importancia del capital humano y entre sus responsabilidades están las de asegurarse que se cuente con el personal idóneo y calificado que realice las tareas requeridas para el funcionamiento de la organización, así como para establecer las condiciones que mantengan a dichos empleados motivados y con arraigo e identidad organizacional, proporcionando los recursos para el correcto desempeño de sus actividades, sumado a mecanismos de capacitación continua y crecimiento profesional.
La responsabilidad legal no es ajena a este tipo de profesionales y para ello los médicos administradores deben conocer, entender, aplicar y vigilar las leyes y regulaciones internacionales, nacionales y locales, diseñando y poniendo en práctica estrategias, procesos y procedimientos, además de disminuir riesgos y crear un ambiente seguro para la organización, estableciendo mecanismos de acreditación y certificación y tener la capacidad de atender, responder y controlar situaciones adversas que se presenten por deficiencias en la prestación u otorgamiento de servicios.
Los médicos administradores son enlaces entre diferentes departamentos y deben tener la capacidad de establecer artilugios de comunicación y relaciones internas eficientes. No solamente giran indicaciones, también reciben retroalimentación de los diferentes miembros de la organización y deben ser capaces de atender sus necesidades manifestadas. Además, son una línea de contacto con el exterior y atienden necesidades de información de otras organizaciones, órganos rectores, reguladores, fiscalizadores y medios de comunicación.
De lo anterior se entiende que la atención hospitalaria y los sistemas sanitarios son de altísima complejidad, donde se desarrollan y llevan a cabo múltiples actividades asistenciales, procedimentales, diagnósticas y educativas, se atienden problemas laborales, jurídicos y científicos, se manejan grupos heterogéneos de personas y se administran recursos materiales y financieros. Por ello, el contar con buenos administradores médicos es esencial.
Uno de los mecanismos de fortalecimiento de las instituciones de salud será entonces el de promover, profesionalizar y ampliar la cartera de médicos administradores, en el afán de mejorar la prestación de los servicios. El empoderamiento, apoyo y fortalecimiento de este tipo de profesionales, redundará en un mayor beneficio a la población usuaria.
*, Médico Patólogo Clínico, egresado de la Universidad de Guanajuato para la licenciatura en Medicina y Especialidad en el Centro Médico Nacional “La Raza” del IMSS por la Universidad Nacional Autónoma de México.
*Especialista en Medicina de Laboratorio y Medicina Transfusional, profesor de especialidad y promotor de la donación altruista de sangre.