Torrentes de información llegan a nosotros sobre temas de salubridad general y economía.

Desde la soledad de nuestra reclusión obligatoria, casi nos convertimos en expertos en estos asuntos. Pero ahora propongo adentrar nuestra reflexión en las circunstancias que afectarán directamente nuestro entorno, motivadas por la emergencia sanitaria.

Para que podamos continuar subsistiendo en los términos actuales, sorteando el deterioro que se avecina, vamos a necesitar del liderazgo y aptitudes administrativas de nuestros gobernantes más próximos. 

Las amenazas que se ciernen sobre nosotros revisten enormes peligros. Por eso hay que pensar muy bien cada decisión y gestionarla con cuidado.

Cada comunidad debe procurarse un gobierno adecuado para enfrentar el futuro tormentoso.

Las acciones de la federación están muy lejanas, las estatales hasta ahora mantienen sesgos territoriales y cada localidad del estado, es solo un punto más de su atención. 

Es entonces cuando los ciudadanos en los municipios, deben esforzarse para procurarse el mejor gobierno posible, de otra forma estaremos perdidos. Finalmente, hoy, la única realidad operativa es nuestro gobierno local.

El problema que enfrentamos es que venimos de una dinámica perversa, en la que la partidocracia ha fomentado la construcción de gobiernos-botín, que funcionan robando recursos al erario, practicando el sistema de moches, tan conocidos por todos, así como el de facturaciones por empresas fantasmas. 

De esa manera los corruptos gobernantes ganan dinero a raudales, viven bien, se construyen mansiones y remozan sus negocios, y generan ahorros para enfrentar las siguientes elecciones, operando costosas campañas, clientelizando a la gente y comprándoles los votos. 

Así ganan sin problemas, y continúan gobernando en un proceso corruptivo que parecía no tener fin hasta ahora.

El coronavirus, ha trastornado nuestra realidad. Ha reventado nuestra forma de vida, nos ha enclaustrado y obligado a pensar más nuestras acciones. 

Una primera conclusión obvia, es que no podemos seguir gobernándonos de la misma manera, so pena de acabar fundidos por la amenaza de la muerte o la depauperización que provocará los efectos económicos de esta crisis.

La reflexión es obvia, solo los bien gobernados librarán felizmente esta terrible amenaza.

En el ámbito local, deberán quedar para la historia los alcaldes corta-listones o dadivosos, que centraban su gobierno en la obra pública (la más susceptible al moche) y el reparto de todo tipo de enseres (comprados al doble de precio). 

El reto de hoy será que cada comunidad encuentre a auténticos administradores públicos, que logren mantener funcionando los trámites gubernamentales y los servicios públicos. El tema no es menor, pues requiere un viraje completo a lo que se ha hecho hasta hoy.

Los trámites, especialmente los de gobernación, desarrollo urbano, apertura de negocios y protección civil deben de ser los primeros en ponerse a punto. 

Las ventanillas tradicionales, se han convertido en sitios de propagación del virus, de tal forma que debe de implantarse una selección de trámites digitales que se puedan realizar de punta a punta, sin necesidad de acudir a las oficinas de gobierno. 

La tecnología existe, plataformas expertas que combinadas con firma electrónica avanzada, permiten la gestión sin papel. 

El municipio de León, por ejemplo, cuenta con esta tecnología, pero requiere operarla a plenitud. 

El resto de las alcaldías guanajuatenses no han realizado trabajos serios de mejora regulatoria ni cuentan con tecnología avanzada en esta área (algunos utilizan añejas aplicaciones basadas en work flow); y sus empleados y funcionarios corren el riesgo de contagio manejando expedientes físicos, el virus dura entre cuatro y cinco días en el papel. 

Las principales autoridades, que firman decenas de oficios al día, al no contar con firma electrónica avanzada, serán los más expuestos a la infección. Cuídense.

La administración de los servicios municipales será retadora. Habrá que evitar el contagio colectivo en áreas tan delicadas como la recolección de basura y el mantenimiento de drenajes.

El equipo para ello no está disponible en los municipios. Es una violación a los derechos humanos, enviar a este personal a trabajar sin mascarillas, guantes y uniformes apropiados.

Van al contagio seguro. Los rastros deben de ser cuidados de manera especial, ya que la carne puede convertirse en vehículo de contagio si no se dan medidas draconianas para un abasto higiénico.

Más allá de la carga brutal por la violencia que padecemos en nuestro estado, ahora hay que enfrentar este nuevo enemigo. 

El servicio de seguridad pública debe de reforzarse y estar preparado para detectar enfermos. Así mismo, neutralizar toda clase de vandalismo y saqueo que pudiera presentarse en cada localidad.

Los sistemas de agua potable resultan imprescindibles en el combate de la pandemia. Debe garantizarse el valioso líquido para mantener el aseo personal, el lavado de manos y la limpieza general de hogares y lugares de trabajo. 

Las colonias irregulares, que pueden ser focos de infestación masiva, deben ser atendidas para que cuenten con el vital liquido.

Al final, la epidemia provocará la muerte. Los servicios funerarios deben de ser atendidos por los municipios, bajo los protocolos que garanticen un adecuado manejo de los cadáveres.

Tema poco amable y en el que todo mundo se rehúsa a pensar. Pero ahí está. Hay que darle la solución correcta con una tramitología rápida y en línea, hasta donde sea posible.

¿Ven como hay muchos temas de grave y cuidadosa solución? Muchos alcaldes y ayuntamientos no están en condiciones de enfrentarlos.

El politicucho tradicional, dedicado a la tranza, no solo no es funcional, resulta peligrosísimo para sus comunidades que necesitan administradores profesionales y con experiencia.

La realidad se nos ha venido encima, y esta solo se enfrenta con una tecnocracia preparada y gobernantes honestos, no con políticos botineros. 

Si aceptamos su permanencia, lamentaremos nuestra temeraria tolerancia a los nefastos gobiernos. Tomemos acciones inmediatas, el destino nos ha alcanzado.

P.D. ¿Ahora entienden por qué en Guanajuato capital nos tenemos que dar prisa en sacar del gobierno al peor alcalde en la historia del municipio? En eso estamos.

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