Para los que pensaron que la contingencia era algo de corta duración y que pasaría pronto, la realidad nos ha puesto a continuarla y hay informaciones que hasta mediados del mes de junio seguirá la fase 3 que es de un encierro más estricto. Cada grupo social quiere verlo reflejado en sus propias actividades. Los maestros y alumnos usan su calendario escolar como medida. Los empresarios usan otros parámetros y así todos.
El caso es que la situación económica de por sí decaída, se deteriora aún más y todos resultamos perjudicados en mayor o menor grado. También aparecen opiniones discrepantes que señalan que la epidemia se debió dejar transcurrir por si sola y que hay casos de enfermedades respiratorias virales todos los años y ceden por si solas.
En oposición a las medidas de mitigación y contención dictadas por las autoridades sanitarias de diferentes países que siguen insistiendo en practicar el distanciamiento social y el aislamiento como principales métodos de control de la pandemia. Resaltan las cifras de muertos e infectados y tratan de convencer mediante gráficas y estadísticas.
Las autoridades civiles tratan de restringir la movilidad cada vez más mediante cierre de calles y espacios públicos causando el disgusto y hasta la desobediencia de cierto grupo de la población que se desespera por el forzado arraigo domiciliario al que se le somete.
Ya aparecen los anuncios oficiales conminando a la población a permanecer en casa, hacer ejercicio en ella, leer, jugar con los niños y la familia lo que se contrapone al empeoramiento de los casos de violencia intrafamiliar que se han destacado últimamente.
Afortunadamente, también hay muchos más casos de familias bien avenidas que aprovechan la oportunidad para convivir más con los integrantes y conocerse mejor.
No faltan los que usan el ingenio y se dedican a vender comida a domicilio, hacer mandados o servicios que llevan a las casas y muchas otras cosas para sobrevivir.
A las redes sociales llegan todo tipo de informaciones y remedios para atender la enfermedad que rayan en lo cómico, también otras con ese solo propósito de burla.
Hemos sabido de conocidos, vecinos o familiares que enferman del Coronavirus y tristemente de algunos decesos atribuidos a la epidemia que nos regresan a la realidad.
Aparecen, asimismo, los sabelotodo y expertos al vapor en Coronavirus que desmienten hasta a los médicos especialistas y se convierten en los guías de algunos despistados
Conviene, en todo momento, escuchar las diferentes opiniones y formar una propia usando el sentido común, que dicen algunos, es el menos común de los sentidos.