Han sido días con mucha huella, no como los de aquella película ganadora de un Oscar, “Días sin huella“, acerca del alcoholismo, donde Ray Milland actúa el papel principal como un escritor que cae en las garras del vicio y llegó al último grado de ese padecimiento sufriendo alucinaciones, paranoias y lagunas mentales.

Afirmo que nos han dejado mucha huella porque hemos experimentado este aislamiento en un claro acercamiento con nuestra familia que quizás no habíamos tenido antes; nos hemos encontrado a nosotros mismos con momentos de introspección; y también valoramos a muchos amigos como verdaderos, a través de la comunicación. A los niños que sobrevivirán de esta generación ya se les empieza a designar como los futuros “Pandemials”, término que ya sustituyó a quienes proponían denominarlos “Generación G5″; y efectivamente me parece la más adecuada por lo pronto.

Así es que imaginemos a nuestros chiquillos de ahora, hijos, nietos o sobrinos en el año 2040; cuando las viviendas consuman energía solar al cien por ciento; no usen autos o vehículos de motor de combustión, y que solo reserven parte de sus ingresos para utilizar trasportes eléctricos de servicio, sin ser propietarios, solo usarlos; no necesitar estacionamientos, ni en oficinas ni en sus domicilios; sin plazas comerciales ni tiendas departamentales para realizar compras; la robótica, casi en su apogeo o en gran avance, supliendo varias actividades manuales humanas; la medicina a distancia; las consultas y trámites legales computarizados con sistemas de justicia robotizados eficientes en terminales; y muchos otros cambios avanzados.

Recordarán esta gran Pandemia y estos meses de encierro, su comportamiento y los esfuerzos por mantenerlos entretenidos; muchos querrán estudiar medicina, química farmacobiología, bionanotecnología, microbiología, infectología, ingeniería para diseño y fabricación de equipamiento médico- hospitalario, arquitectura hospitalaria funcional, y muchas otras inimaginables; pues obvio que ahora no están escuchando otro tema mas importante y recurrente.

Aparte de todos los cambios tecnológicos que hemos referido, probablemente algunos de los que ahora podamos sobrevivir, también seamos testigos de cambios en los aspectos políticos, sociales y económicos. En los políticos, con seguridad nos adentraremos en los sistemas que actualmente parecen utopías, pero que ya se practican en países como Suecia, Suiza, Dinamarca y otros, donde los legisladores son una minoría elemental, verdaderos ciudadanos sin sueldo y sin sedes majestuosas o faraónicas, reduciendo sus gastos al mínimo y realizando un verdadero deber cívico. Los gobernantes no podrán actuar a capricho ni con poderes omnímodos, sino siempre regulados por el legislativo y con frecuentes consultas ciudadanas en temas muy sensibles, como la economía y el medio ambiente.

En lo que respecta a la economía, hablaremos de un sistema globalizado, pactado con nuevos esquemas de superación y enriquecimiento individual limitado, libre de especulaciones, de sobreexplotación de recursos naturales y de producción ilimitada. Repercusión internacional en la operación e intercambio con fines sociales y no económicos de las artes, los avances científicos y la erradicación de registros de autoría, patentes y marcas con fines netamente monetarios, solo con reconocimientos, estímulos y satisfactores limitados para quienes logren avances en estos campos. Un sistema de economías responsables, que evite enriquecimientos y acaparamientos irracionales y, en su lugar, fomente el crecimiento de toda la población; esto evitará noticias como las que hoy nos agobian: “Cinco personas acaparan el patrimonio de treinta y cinco millones de mexicanos”.

En lo social, en veinte años, iniciando desde ahora, culminarán formas de cooperación primeramente comunitarias y locales, nunca antes vistas, que finalmente conllevarán a tratados internacionales que logren rescatar de su atraso a grandes zonas marginadas del planeta que, al día de hoy, sabiendo de su existencia, no se logran acciones en eses sentido. Como nunca, las mujeres serán un factor determinante y serán ellas quienes en árbol en el liderazgo en distintas partes del orbe, sin necesidad de movimientos estridentes, sino por la misma inercia de su superación día a día, en todos los campos, gracias a su perseverancia y participación.

Sí, claro que estos días nos están dejando mucha huella.

DA
 

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