Son las 09:30 horas del viernes primero de mayo, acabo de llegar al Senado de la República y me instalé para escribir estas líneas en la Sala “Gabriel Jiménez Remus“, asignada al Grupo Parlamentario del PAN, donde tendremos la reunión previa los senadores y diputados que formaremos parte de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión del primero de mayo al 31 de agosto, conocido como “segundo periodo de receso del segundo año legislativo”
El artículo 78 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos dispone que durante los recesos del Congreso de la Unión habrá una Comisión Permanente, integrada por 18 miembros del Senado y 19 de la Cámara de Diputados. Esta Comisión tiene responsabilidades y funciones de la más alta importancia que merecen ser atendidas con el mayor interés y compromiso.
El artículo 123 de la Ley Orgánica del Congreso General de los Estados Unidos Mexicanos prevé que la Comisión Permanente adoptará resoluciones por la mayoría de sus miembros presentes; con excepción de las convocatorias del Congreso o de una sola Cámara a sesiones extraordinarias, donde se requerirán dos terceras partes.
El ambiente social está tenso por la crisis sanitaria del COVID19 y la más severa crisis económica, por un lado; y por el otro, por la certidumbre que existe que el Gobierno de la Cuarta Transformación ha estado actuando tarde y mal para evitar el sufrimiento y la muerte de muchas mexicanas y mexicanos en el tema de salud, y el nulo apoyo para detonar la economía en todos los niveles.
El presidente López Obrador ha sostenido que la crisis le vino “como anillo al dedo”, y en los hechos también lo está pretendiendo modificar la Ley de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria (LFPRH) en su artículo. 21 Ter que cito: “En caso de que durante el ejercicio fiscal se presenten emergencias económicas en el país, la Secretaría podrá reorientar recursos asignados en el Presupuesto de Egresos para destinarlos a mantener la ejecución de los proyectos y acciones prioritarios de la Administración Pública Federal y fomentar la actividad económica del país, atender emergencias de salud y programas en beneficio de la sociedad”.
Esta reforma podría ser aprobada por el partido Morena y sus aliados en el pleno de ambas Cámaras sin ningún problema, pues solo se requiere la mitad más uno de los legisladores. De aquí proviene la presión que desde todos los sectores se ha hecho a los que integramos la Comisión Permanente, pues el único freno que puede haber para que no se logre de aquí a agosto, es que no se apruebe ningún periodo extraordinario, y ello depende de que ningún legislador de los partidos de oposición (PAN, PRD, MC y PRI) cedan su voto a favor de dicha propuesta.
Mi voto será en contra por muchas razones, enumerando solo dos. El Presidente no puede emitir declaratoria de emergencia económica sin la aprobación del Congreso, ya que el artículo 29 Constitucional establece que en los casos de invasión, perturbación grave de la paz pública, o de cualquier otro que ponga a la sociedad en grave peligro o conflicto, solamente el Presidente con la aprobación del Congreso de la Unión podrá llevar a cabo restricciones o suspensiones para lidiar con la emergencia, estableciendo la temporalidad del estado de emergencia, la cual no puede predefinirse en la LFPRH.
De aprobarse la propuesta, el Presidente podrá decidir unilateralmente la asignación del gasto sin que en realidad haya una emergencia económica. La definición de emergencia económica es imprecisa porque no acredita los criterios suficientes para calificar como emergencia económica. Debe tener el atributo de la causa fortuita, como una pandemia. La caída en la actividad económica de 1% del PIB es simple y llanamente un mal desempeño económico que de ninguna manera justifica un cambio en el proceso presupuestario.
Por esto y muchas razones más, evitaremos que haya periodo extraordinario. Si lo logramos, queda la guillotina en suspenso hasta el periodo ordinario en septiembre. Iríamos mientras tanto por un gran acuerdo nacional y como dijera Enrique Gómez Orozco, México es el país de muchos, debemos avanzar juntos y en paz.