Este domingo coincide con el 10 de mayo y es hoy, atípico en festejar a distancia a nuestras madres por el COVID 19. Con la invitación de autoridades a no realizar festejos masivos, -pues el festejo del día de la madre es el mayor de toda la lista familiar-, sería de esperar que no se incrementen los contagios en estas jornadas de la sana distancia. Con toda la certeza de vida, son ellas quienes nos dieron la vida y nos cohesionan para seguir juntos y a quienes queremos, pues de allí venimos.

Algunas cifras, aun así, son dolorosas, pues en el País se registran abandonos en las mamás que ya son adultos mayores y con el cambio generacional, son cada vez menos los hijos que ven por los padres, a pesar de que ellos vieron por nosotros cuando éramos pequeños. Pero si somos ingratos, las madres son ciegas a la realidad de nosotros hijos, pues les mueve solo el amor; eso explicaría cómo quienes engendraron a los peores ejemplares de la raza humana, siempre pidieron para ellos clemencia y perdón.

Las madres de asesinos, genocidas y narcotraficantes, solo ven en ellos a buenas personas y así los aman, ignorando toda la realidad de muerte que rociaron a su alrededor.

En sondeos locales, identificamos que la madre es la figura más amada y reconocida en el núcleo familiar, pues en una encuesta en la ciudad entre 250 leoneses, el 83% respondió que “tiene en ella a la persona clave” para sostener las historias de todos. El padre tiene una presencia secundaria frente a la primaria, pues es ella quien nos dio la vida. El 65% declara que siempre está presente ése día y que le da regalos el 58%. En el sondeo encontramos que es ella la que los cohesiona y reúne (55%) y que, a pesar de las distancias, siempre se “hacen presentes de alguna manera” el 81%. Nuestras madres “logran mitigar la violencia” lo dijo el 41% de los encuestados. 

Los cambios en la pirámide poblacional y el aumento en la longevidad en las mujeres (mayor a los hombres) permite que disfrutemos más años a nuestras madres, pero estamos ante la presencia de la última generación de las mamás de los “baby boomers” que todavía veremos por nuestras madres; las siguientes generaciones, como la “Y” no tendrán ni las posibilidades ni los recursos para hacerlos. Tendrán que ser las redes familiares y esquemas novedosos de las instituciones públicas y privadas, para poder lograrlo. 

En estos tiempos del COVID, la Secretaria de Gobernación, Olga Sánchez “florero”, afirmó esta semana que la violencia familiar se había incrementado por el confinamiento. Pero fiel a su estilo, el Presidente AMLO, quien siempre “tiene otros datos”, la contradijo. No sé si sea enfermedad mental o senil, que transformó la necedad de ver la realidad solo desde su perspectiva, pero Andrés Manuel se ha ido convirtiendo en un ser que ya no escucha ni quiere ver la realidad. Durante la campaña electoral del 2018 el entonces candidato prometió un trato digno para todas las mexicanas si es que llegaba a la Presidencia; cuando obtuvo el triunfo, la violencia de género incrementó a niveles históricos, siendo precisamente las mujeres las más atacadas.

Siento que al Presidente AMLO se le hace fácil ningunear la realidad; la aguda recesión, la inminente quiebra de PEMEX, el truene de empresas y el tamaño de las cifras del COVID. También se le olvida lo difícil que es vivir en México siendo mujeres, pues ahora, con medidas de distanciamiento social diversas organizaciones de la sociedad han reportado un alza en la violencia doméstica, situación que el Presidente se niega a aceptar.

La ex Ministra, Secretaria de Gobernación de adorno, informó anteriormente que la violencia contras las mujeres subió 60 por ciento desde que inició la jornada de Sana Distancia. Pero en la mañanera del 6 de mayo, el Presidente AMLO contradijo a su Secretaria “florero” (porque está de adorno), pues ante cifras similares, ha asegurado que la 4T es un gobierno que “protege” a las mujeres por lo que “su conciencia está tranquila” respecto al tema. También la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) advirtió que la violencia doméstica ha aumentado durante la cuarentena por el COVID; la Comisión destacó que se recibieron 64 mil 858 llamadas de emergencia relacionadas con incidentes de violencia familiar, tan sólo en el mes de marzo. Otros datos duros: de enero a marzo del 2020 de acuerdo con el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, la cifra de mujeres asesinadas en México al día aumentó a 22.3% en la cuarentena. 

Esto no es necesariamente culpa del gobierno federal, al final somos la sociedad la que ofende y daña, pero sí es culpa del Presidente negarla e insistir en que su visión de la realidad es la realidad, aunque venga de sus propias instituciones. Al final, la violencia intrafamiliar es cuestión de los ciudadanos y el gobierno no puede intervenir en todos los espacios. Lo que sí sabemos, es que ha sido en la historia de la humanidad, la madre, quien nos ha logrado cohesionar y mitigar en eso sí tiene razón AMLO-, la violencia al interior del seno familiar. La “fraternidad familiar es excepcional”, es cierto como dijo AMLO, pero eso no implica negar los datos de la realidad. 
 

DA

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