Así las cosas

Hoy queremos informarles que lamentablemente hemos sido rebasados por las consecuencias de esta pandemia y nos vemos en la necesidad de cerrar nuestra sucursal, no sin antes agradecer de todo corazón las visitas, los likes y recomendaciones que por casi dos años recibimos de ustedes”. 

 Es imposible no derramar algunas lágrimas, pues este fue un proyecto que realizamos como familia y en el que pusimos nuestros corazones y esperanzas; sin embargo no desistimos con nuestra ilusión de seguir brindándoles nuestro servicio y por ello sólo decimos ¡hasta pronto! “.

Pues si bien no regresaremos a nuestro local, sí será con un nuevo proyecto que se ajuste a las necesidades de un nuevo mercado”.

El texto anterior es parte de un comunicado que los propietarios de un negocio en León, llamado “El Cafesito Di Olla” escribieron en su cuenta de Facebook. La primera parte del texto nos hace pensar en cuántos más de este tipo de anuncios veremos de micro, pequeñas y medianas empresas que después de más de dos meses sin poder producir, ni generar un solo peso, tendrán que desistir en seguir con su sueño como emprendedores.

Sin embargo la segunda parte del mensaje es algo que esperamos sea un futuro desenlace. De personas que aceptan la complicación de la realidad, pero que se secan las lágrimas y toman la difícil lección como un aprendizaje para analizar cómo habrán de regresar nuevamente, quizá sin un punto de venta físico, quizá con ajustes en sus costos, con menor personal en un reinicio, pero que con la actitud y las ganas de como lo hicieron aquella primera vez.

Sabemos que no es sencillo, y que estamos hablando de la vida y no de un cuento en donde al final para todos habrá un final feliz. Sin embargo pese a lo difícil que ha sido el pasar de esta pandemia -para unos aún más complicado que para otros- algo que no debemos perder son nuestras ganas de querer salir adelante: así que a todos aquellos emprendedores, a todos aquellos empresarios nuestros respetos.

Conocemos de los sacrificios que tuvieron que hacer para llegar a cumplir sus sueños, de las veces que tuvieron que levantarse, por esa razón no dudamos de que nuevamente lo harán y confiarán en seguir apoyando a conservar la mayor cantidad de empleos posibles para seguir trabajando con un escenario que no será el mejor, pero si el único que tendremos.

    Sigue la espera

Ayer nuevamente las presiones de los personajes involucrados en la industria automotriz-autopartes crecieron en México. La petición a las autoridades federales es que puedan reanudar labores a más tardar el 18 de mayo, es decir aún faltando al menos 20 días para continuar el confinamiento a nivel nacional.

Esperan después de prácticamente un mes que en esta semana sí llegue el esperado aval del Consejo de Salubridad General para reanudar operaciones esta misma semana.

El sector reportó en abril caídas sin precedentes: en la producción automotriz la reducción fue de 98.5%, en las exportaciones la caída fue del 90.2% mientras que las ventas en el mercado nacional tuvieron una baja del 64.5%.

Además hay que recordar que este sector al igual que industrias existentes en Guanajuato como el calzado y la construcción llegaron a esta pandemia con un cuadro clínico ya dañado por las complicaciones de 2019.

    Pendientes

En Guanajuato pese a que la versión oficial es que regresarán el 1 de junio. Los más recientes reportes generados por las armadoras de autos con presencia en el estado, están proyectadas para volver a más tardar el 18 de mayo. A excepción de la planta de motores de Volkswagen que aún no define fecha para su factoría en Silao, pero que ha dicho que en Puebla podrían regresar hasta el primer día de junio. En el caso de BMW en San Luis Potosí y Nissan en Aguascalientes han informado que están listas para recomenzar.

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