Los cambios publicados por el Gobierno Federal para no utilizar fuentes de energía renovables y obligar a la Comisión Federal de Electricidad a utilizar el combustóleo que PEMEX no puede ya vender ni colocar en ningún mercado (porque es veneno puro) se convertirán en un triple error: No ayudará a PEMEX ni económicamente ni en su renovación para dejar de producirlo; El bolsillo de los mexicanos se verá afectado por el incremento de las tarifas eléctricas o el subsidio a CFE ante el incremento del costo de su producción por el uso del combustóleo y; dañará la salud de los mexicanos por contaminar el medio ambiente y su organismo de manera directa.

Los hechos son que de cada barril de petróleo que se refina en México el 30% termina como combustóleo. Éste es un residuo, cargado de tóxicos, entre los que destaca el azufre. En el pasado, el combustóleo fue muy utilizado para generar electricidad, pero en la última década fue sustituido por el gas natural, más barato y menos contaminante.

La generación eléctrica con combustóleo cuesta el doble que producir con energías renovables. Además, el impacto sobre la salud de las personas, el medio ambiente y los efectos sobre el cambio climático son importantes, incumpliendo los compromisos adquiridos para disminuir la contaminación.

Les comento que, por su alta concentración de azufre, al quemar el combustóleo, genera lo que conocemos como óxidos de azufre, que al mezclarse con agua genera ácido sulfúrico, conocido como lluvia ácida. De aquí que cualquier país o empresa responsable evitaría el daño a sus ecosistemas y población eliminando en la cadena de producción como residuo el combustóleo. 

Al volver a usar el combustóleo México pagará penas por no usar el gas ya pactado, lo que encarecería aún más el costo del uso de combustóleo, provocando dos efectos que al final lo pagaríamos los mexicanos: a) Incremento de las tarifas eléctricas en los recibos de manera inmediata por la fórmula de cobros de CFE o, b) Mayor subsidio a la CFE con impuestos generales que actualmente son 70 mil millones de pesos y se podría incrementar a casi 100 mil millones de pesos.

El daño a la salud que provoca la inhalación de partículas del medio ambiente con un diámetro menor a 10 micras provocó directamente la muerte prematura de 36,000 personas en México en 2017. La quema de combustóleo emite partículas todavía más pequeñas, de 2.5 micras de diámetro (como contexto un cabello tiene 70 micras). Así, una vez que lo inhalas, ya no sale del organismo, llega y se queda en los alveolos pulmonares, pudiéndose absorber en la sangre para luego distribuirse por todos los órganos.

La carga de la enfermedad por la contaminación del aire la componen varios tipos de cánceres, siendo el de las vías respiratorias y el pulmón los más frecuentes; infecciones respiratorias agudas y crónicas, asma, enfermedad pulmonar obstructiva crónica; enfermedades cardiovasculares; dolor de cabeza, mareo, irritación y conjuntivitis crónica por citar tan solo algunos.

Los salmantinos tienen en la memoria los residuos negros que causa este tipo de contaminación que cubre sus casas, sus ropas y sus organismos. Por ello, debemos seguir obligando a que los sectores más contaminantes, incluyendo los gubernamentales, reduzcan sus emisiones para garantizar el derecho de la población a un ambiente sano. Debemos manifestarnos en todos los ámbitos en tener fuentes de energía renovables y ampararnos ante la decisión gubernamental que afectará el medio ambiente y nuestra salud.
 

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