He escuchado comentarios de varias personas en el sentido de que lo mejor para México es el triunfo de Donald Trump en las elecciones de noviembre próximo. El argumento es que el presidente norteamericano es el único personaje ante el cual Andrés Manuel López Obrador no le lleva la contraria, atiende sus indicaciones y procura por todos los medios posibles no hacerlo enfadar. Sabemos bien que el presidente mexicano se pelea a diario con todo mundo, los que él considera conservadores, los organismos no gubernamentales, analistas políticos, ex presidentes de la república, periodistas, opositores, futbolistas, artistas, médicos, ingenieros, padres de niños con cáncer, mujeres activistas y un larguísimo etcétera. Pero cuando Trump lanza un exabrupto, Obrador calla como momia y repite una y otra vez que no caerá en provocaciones. Entonces sí, Obrador evita meterse con Trump y quiere llevar la fiesta en paz, lo cual es comprensible.
Sin embargo, yo quiero preguntarle a usted amable lector ¿cuáles acciones del presidente Trump han favorecido a nuestro país como para pensar que su reelección nos conviene?
Repasemos un poco, luego del contundente triunfo, AMLO anunció una política migratoria amigable. Se les dejaría entrar a nuestro territorio a todos los migrantes que así lo desearan y que tuvieran intención de arribar a los EEUU. El presidente mexicano ofreció incluyo ayuda para llevarlos a la frontera norte y evitarles lo más posible las amenazas que sobre ellos se ciernen durante todo el recorrido. De manera lógica el flujo migratorio se disparó y ya incluso había al sur de nuestra frontera, no sólo migrantes centroamericanos, sino africanos y asiáticos. Trump puso el grito en el cielo y amenazó con imponer aranceles de 25% a ciertos productos mexicanos, lo que provocó que de manera urgente una comitiva de alto nivel del gobierno mexicano acudiera a Washington y negociara una salida.
Si bien es cierto que desde un punto de vista de seguridad la intención de AMLO era una imprudencia, pues en toda frontera deben existir controles, el acuerdo con Trump derivó en que México diera un giro de 180 grados en la política migratoria, colocara a 25 mil elementos de la Guardia Nacional en la frontera y de este modo redujera significativamente el ingreso de migrantes. En pocas palabras, México se convirtió en el muro de Trump y sin la necesidad de construir un solo ladrillo. Esos miles de elementos de la Guardia Nacional deberían estar actuando contra la delincuencia y hoy día son formalmente los cadeneros del antro.
Yo creo que no hay que confundirse. No hay nada peor que una reelección de Donald Trump. No olvidemos que con su discurso legitimó a los racistas, supremacistas blancos, xenófobos y a todos aquellos individuos que escondían sus prejuicios por considerarlos políticamente incorrectos. Ahora han vuelto a salir a la luz y se sienten respaldados por su presidente.
López Obrador no se confrontará con nadie que ocupe el despacho oval, llámese Trump o Biden.
EN TIEMPOS DE PEÑA
Recordemos que un argumento similar surgió a propósito de la supuesta amistad entre Luis Videgaray y Jared Kushner, el yerno de Trump. A final de cuentas, Trump siempre actuó como lo que es, un troglodita.
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