Esta semana participé en el foro de alto nivel sobre innovación para legisladores mexicanos: Conversatorios a distancia, patrocinado por Amgen INC y PhRMA y organizado por tres “Think Thanks”: el “Wilson Center Mexico Institute”, “Fundación Idea” y “Fundación Mexicana para la Salud”. La pregunta detonadora fue: ¿Cómo puede ayudar la innovación en el sector de salud a enfrentar los desafíos que presenta la pandemia?
En este espacio de diálogo y debate, con un panel de legisladores de diversos partidos y de ambas Cámaras del Congreso mexicano, orientado a fortalecer nuestra toma de decisiones, se dialogó teniendo en el centro las interrogantes ¿cuáles son los retos y las oportunidades que enfrentaremos en esta nueva realidad? considerando los efectos de la pandemia; ¿qué cambios es necesario implementar en el sector salud?, ¿cuáles son las ventajas de la medicina personalizada y cómo podemos aprovechar su utilidad?, ¿cómo podemos proteger y fomentar un ecosistema innovador durante este tiempo?, ¿cómo podemos aprender de soluciones innovadoras que se han diseñado para enfrentar la pandemia a nivel global?
Abordaré de ellos, uno que da esperanza de corto plazo, la medicina de precisión, tema expuesto por dos expertos en innovación y que en México es una realidad incipiente con mucho futuro por recorrer, que podrá mitigar el dolor evitable en padecimientos como el cáncer gracias a los avances en los estudios del genoma humano para hacer “medicinas hechas a la medida exacta de cada ser humano” con mucho mayores probabilidades de éxito para superar la enfermedad.
Del 25 de abril de 1953, fecha en que los doctores Watson y Crick publicaron en la revista Nature la estructura del ADN (Ácido Desoxirribonucleico) al día de hoy, se tienen avances inimaginables. Del genoma del Homo Sapiens, ya sabemos que tiene alrededor de 20,500 genes. De todo el ADN humano, solo un 1.5 por ciento codifica genes. Se tiene hoy además la capacidad para estudiar sus secuencias moleculares y con ello, identificar mutaciones que causarían que ciertos medicamentos comúnmente utilizados no funcionen causando dolor, discapacidad y muertes evitables.
Ejemplifico, en México todas las mujeres de 50 años o más tiene que hacerse mamografía anual, cerca de 10 millones; de ellas, alrededor de 30,000 presentarán un cáncer de mama y serán sometidas a quimioterapia (medicina para todos). Se estudiarán los tumores para saber si tienen receptores hormonales, 22,500 serán positivos y recibirán además hormonoterapia (medicina estratificada). Por último, debe estudiarse si hubiera un marcador específico en el tumor como el HER2 (receptor 2 de factor de crecimiento epidérmico humano), que es un gen influyente en el desarrollo del cáncer de mama, y entonces, cerca de cinco mil mujeres recibirán adicionalmente inmunoterapia (medicina de precisión), mejorando con ello de manera substancial su esperanza y calidad de vida.
Aún más, como ocurrió en el caso de la actriz Angeline Jolie, al descubrirse que tenia una copia defectuosa del gen BRCA1, que la ponía en un riesgo muy alto de contraer cáncer de mama, decidió someterse a una cirugía “profiláctica” para reducir sus posibilidades de cáncer de seno.
En México, tenemos el Instituto de Medicina Genómica, con recursos humanos capaces para realizar medicina de precisión, hay esperanza. Se requieren mejoras regulatorias y recursos económicos. Los legisladores asistentes nos quedamos con la tarea de promover los cambios en la Ley, asignar recursos en el presupuesto 2021, y buscar de inmediato, que los Fideicomisos no sean eliminados como pretende el ejecutivo federal, entre ellos, los 99 fondos destinados a la Ciencia y Tecnología que suman más de 25 mil millones de pesos, que incluyen los de Salud y Medicina.
Me llena de entusiasmo haya esperanza estimados lectores, y que pueda llegar a todas y todos los mexicanos.
DA