El jueves pasado presenté en representación del Grupo Parlamentario del Partido Acción Nacional, en el seno de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, a nombre de las y los mexicanos que representamos, una iniciativa de Ley para proponer que, en los Muros de Honor de la Cámara de Diputados en San Lázaro, quede inscrita con letras de oro la leyenda “A los Mártires de la Medicina en México“.
En el Muro de Honor están inscritas hoy en día 58 leyendas, donde se plasma gran parte de la historia de nuestro país: Personajes, Instituciones y Frases como “La Patria es Primero”. Memoria honrada y reconocida por todas las generaciones, pues gracias a ellos, México es ahora una nación libre.
Instalar el Muro fue idea del primer congreso constituyente hace 197 años, y se inscribieron allí los primeros trece mexicanos claves en la Independencia de México, encabezados por Miguel Hidalgo y Costilla. Doce leyendas han sido dirigidas a colectivos, de los “Defensores de Puebla de Zaragoza” en 1863 hasta el “Exilio republicano español” en julio de 2019.
La Pandemia de COVID-19 ha puesto de manifiesto el gran espíritu humanista y solidario del pueblo de México. En esta etapa que aún está lejos de terminar, lucen como estrellas en el firmamento en las noches más oscuras, miles de hombres y mujeres que son salubristas, personal médico, de enfermería, odontología, laboratorio, psicología, nutrición, trabajo social, medicina pre-hospitalaria, mantenimiento, intendencia, vigilancia y administrativos, quienes, desde el inicio de la pandemia, sin descanso y en condiciones adversas, han laborado protegiendo la salud de la población, a costa incluso de la suya propia y la calidad de vida de sus familias.
Miles profesionales de la salud que han combatido al asesino invisible que es el coronavirus. Héroes y heroínas que han sido enviados al frente de batalla sin equipos de protección personal o en el mejor de los casos, con equipos de calidad dudosa. Hablamos de Héroes y Heroínas que sabiéndose no inmunes a la enfermedad, siguieron sirviendo con amor a sus semejantes y a nuestro país manera sobresaliente y extraordinaria poniendo incluso su vida en prenda por nuestra Patria.
Con tristeza les comento que hasta el dos de junio más de 20 mil héroes y heroínas de la salud han sido contagiados por COVID-19; en 4 mil de ellos la infección sigue activa. Han fallecido a lo largo y ancho del país y por tanto mártires de la medicina 271 profesionales de la salud, 42% de enfermería, 32% de medicina; 2% laboratoristas; 1% odontólogos y 23% de otras profesiones o actividades de la atención en salud. Nuestro más sentido pésame a sus familias.
Es inimaginable el sufrimiento que ellas y ellos debieron haber pasado antes de morir, más cuando llegó la fiebre, la tos, los síntomas y signos de la inflamación en todo el organismo provocada por la respuesta al asesino implacable que es el coronavirus. Luego al no haber mejoría, la sedación, la asistencia ventilatoria, la lucha por aferrarse a la vida en los cuidados intensivos y luego la muerte sin poder despedirse de sus seres amados y queridos.
Que tragedia al saber ellas y ellos mismos, desde que fueron enviados a la guerra sin fusil, que no había vacuna alguna que los previniera ni medicamento efectivo que ayudase a eliminar el Coronavirus. De aquí el heroísmo por sus actos extraordinarios de servicio a sus semejantes.
Les recordamos a las y los legisladores allí presentes, que sesionábamos a través de la seguridad que otorgan las tecnologías de la comunicación e información, pues la mayoría además estábamos en el seno de nuestro hogar mientras se desarrollaba esta sesión. Mientras allá afuera, en el mundo real, miles de héroes y heroínas siguen batiéndose a tiempo completo contra el enemigo.
Hay que asegurar ya que tengan el equipo de protección necesario y los insumos obligados para una buena atención, es el deber mínimo que debiéramos asumir como representantes del pueblo.
DA