El lunes 25 de mayo publiqué en redes un mensaje alusivo al evento del gobernador en Guanajuato que parece no haberle gustado a alguien en lo particular.
Este mensaje provocó molestia y encono del Sr. Sánchez Castellanos, del Consejo Coordinador Empresarial, quien me dedicó un artículo en el AM donde me acusa de no trabajar a favor de Guanajuato sin ofrecer argumentos consistentes sino que más bien encuentra una oportunidad para opinar en contra de las acciones encabezadas por el gobierno del Presidente López Obrador.
Pero me parece que es una oportunidad para hacer un breve recuento de lo que hemos construido por Guanajuato.
Como ha sido durante mi carrera política, estoy a favor de los mecanismos democráticos para dirimir diferencias e intercambiar puntos de vista. Es sano y muy necesario pues finalmente se enriquece el análisis, siempre y cuando no se falsee la información y se intente demeritar a la persona.
Quiero transcribir textualmente lo que el programa Nacional de Morena dice sobre la actividad productiva y el nuevo modelo económico “Nuestro proyecto busca impulsar el desarrollo a través de las iniciativas privada y social, promoviendo la competencia, pero ejerciendo la responsabilidad del Estado en las actividades estratégicas reservadas por la Constitución, en la planeación del desarrollo y como garante de los derechos sociales y ambientales de las actuales y de las futuras generaciones. En este nuevo modelo económico por el que luchamos, el nivel de vida de la gente debe ser el indicador principal de una economía productiva, no especulativa, para que haya industrias, consumo, mercado, crecimiento, distribución equitativa de la riqueza y bienestar creciente&Un modelo en donde el Estado asuma la responsabilidad de conducir el desarrollo sin injerencia externa& que fortalezca el mercado interno, salarios justos y remunerativos para los trabajadores, que reconozca el derecho al trabajo“.
Fui electa Senadora por Guanajuato bajo este marco ideológico, que obtuvo positivamente or cerca de 600 mil votos y más o menos 30 millones a nivel nacional, quienes con su sufragio, aceptaron el Programa de Morena. A eso me he dedicado y en esta tesitura claro que afirmé que sería la voz de Guanajuato en la Federación y lo sigo siendo. Si alguien se siente engañado o engañada porque no doblo las rodillas en sus peticiones particulares, tiene un problema de memoria.
No soy parte del poder ejecutivo sino del legislativo, eso debe quedar claro al pedir cuentas, pues parece que no se tiene información sobre lo que implica la división de funciones entre los poderes de la unión. Y quiero recordar que en mi tarea política de legisladora de la Cámara Alta, he intervenido en distintas ocasiones a favor del sector productivo guanajuatense fruto del diálogo que he tenido con empresarias y empresarios zapateros, obreros, lecheros, ganaderos y de las cámaras de diferentes industrias de nuestro estado.
Sin hacer un recuento exhaustivo, entre algunas acciones, intervine para que el Presidente López Obrador y la Secretaria de Economía Graciela Márquez anunciaran la nada fácil decisión de mantener los aranceles máximos a la importación de productos de calzado, textil y vestido, hasta el fin de sexenio; o la reunión virtual realizada con la Secretaría de Economía y representantes del gabinete económico, de la CICEG y la CANAITEX, con senadores y diputados de Morena para solicitar que el sector zapatero fuera considerado como actividad esencial ante la pandemia del Covid-19 y en la que se determinó presentar un punto de acuerdo para solicitar a la Administración General de Aduanas y la Secretaría de Economía que suspendan las importaciones con precio inferior al costo de la materia prima de la Industria del Calzado y las importaciones temporales de productos confeccionados relacionados con la industria textil. Y bueno le puedo seguir con diversas leyes que hemos aprobado en materia de participación paritaria y sin violencia de las mujeres, austeridad, educación, salud y muchas más. Trabajar por Guanajuato no significa únicamente realizarlo para el Consejo Coordinador Empresarial.
La clase empresarial está conformada por una gran variedad de culturas productivas y laborales. Hay gente que ha estado preocupada toda su vida porque la empresa sea verdaderamente una comunidad de trabajo, con salarios justos, una justa distribución de las ganancias, condiciones laborales humanas, entre otras, pero lamentablemente también hay una élite patronal y sus subalternos acostumbrados no sólo a mandar de una forma equivocada en su ámbito, sino que ese despotismo lo trasladan indebidamente a la esfera política. Estos últimos se atribuyen una representatividad que no les corresponde, pues nadie les ha dado la facultad para hablar en nombre de toda la ciudadanía. Cuidado, a eso nos referimos en Morena cuando se habla de un modelo económico novedoso, en donde no haya lugar para la corrupción, los privilegios y la explotación.
Aquí seguiremos, dando la lucha, desde el poder legislativo para seguir siendo la voz ante la Federación, de toda la ciudadanía y no sólo de quienes se acostumbraron a que su voz fuera la única y dominante en una sociedad donde todas las voces deben ser escuchadas.