Vamos para atrás. La ignorancia de quienes gobiernan dañan al país como no lo habíamos visto en toda nuestra historia. El retroceso causa pobreza, enfermedad y muerte. ¿Cómo cambiar de rumbo?

Vicente Fox vuelve al ruedo político con toda su experiencia y trata de salvar al país de lo que antes llamó “un peligro para México”. En una conferencia con panistas de San Luis Potosí, el ex presidente marcó la pauta: necesitamos una narrativa nueva para evitar que Morena gane la elección de junio.

Según informes internos de la alianza Va X México, los tres partidos de oposición preparan una fórmula para darle una sopa de su propio chocolate a Morena. La idea no es atacar en directo al presidente López Obrador, ni rebatir sus postulados de “primero los pobres por el bien de todos”. La narrativa de Fox cuando logró la alternancia fue “sacar al PRI de los Pinos”.

En ese entonces el país no estaba en crisis como ahora y su crecimiento, estable y sostenido, no indicaba que la oposición pudiera llegar al poder, sin embargo la narrativa de Fox cambió el destino de la nación.

Cuando el presidente Ernesto Zedillo entregó el poder, creciamos al 7%, teníamos una inflación a la baja y la transición no representaba ningún riesgo económico. Recuerdo que en el año 2000 registramos una tasa de desempleo del 1.6% en León. Tijuana y León eran las ciudades con menor desempleo; resultaba difícil conseguir personal en las empresas. Los salarios base, ajustados a la inflación, eran cuando menos un 50% mayores a los actuales.

Hoy la ignorancia, o la perversidad, llevan al país a una recesión del 8.5%. En 2020 perdimos 800 mil empleos formales y tal vez otro tanto de informales. Desde 1932 no habíamos sufrido una contracción como la presente. Desde la conquista nunca habíamos sufrido una pandemia como la de hoy. Ni siquiera en los libros de historia se registra que la “Gripe Española” tuviera el efecto del COVID-19.

Las cifras oficiales son espeluznantes, pero las reales son peores. Ayer domingo reportaron 166 mil 200 muertos por la pandemia. La realidad supera los 300 mil si tomamos en cuenta el exceso de mortalidad que marca el INEGI. Al ritmo que vamos, a finales de febrero, sumarán seis o siete tantos de lo que Hugo López-Gatell marcaba como una cifra catastrófica.

Da vergüenza toda la fanfarria y las declaraciones grandilocuentes de Marcelo Ebrard respecto a la vacunación. “Misión cumplida”, dijo el Canciller frente al Presidente cuando aseguraba que tendríamos vacunas suficientes. Luego ofendieron nuestra inteligencia con la fiesta de en el aeropuerto a la llegada de 3 mil vacunas.

El sábado, Estados Unidos vacunó a dos millones y en México seguimos atascados en menos de 700 mil desde que inició el proceso. En dos meses nuestro vecino estará cerca de la inmunidad de rebaño y nosotros apenas iniciaremos la inoculación general. 

La narrativa de la alianza Va X México sólo puede tener una línea: hay que salvar a México, antes de que la 4T termine la destrucción que inició en Texcoco con la eliminación de la obra de infraestructura más importante de Latinoamérica. Hay que detener la ignorancia en el poder que tanto daño hace ya. 

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