Pocas cosas sabemos que no conozcan los operadores políticos de la 4T. Pero hay demasiada información que ellos tienen para mantener el control político del país. Los “otros datos” sobre las andanzas de los políticos que hoy son de oposición y antes estuvieron en el poder, le dan las cartas más fuertes para someter al más bravo.
Pocos son los políticos que no tienen una historia de corrupción, negocios e intereses ocultos. Juan Carlos Romero Hicks es uno de ellos. El ex gobernador de Guanajuato nunca hizo negocios, jamás promovió a sus compadres como negociadores de contratos y compras. El dinero no es asunto suyo. Por eso puede encarar al poder como ninguno de sus colegas.
¿Por qué la oposición es débil y hay pocos líderes en sus filas? Fácil, por la historia personal de sus líderes. Los dos ex presidentes panistas, Vicente Fox y Felipe Calderón, nunca asumieron todo el poder a cabalidad porque permitieron que la corrupción siguiera rampante en el país. Se “acomodaron”; negociaron con el PRI y con los líderes que controlaban los grandes intereses de Pemex y del magisterio como Carlos Romero Deschamps y la maestra Elba Esther Gordillo. Crearon alianzas con los personajes más putrefactos del país.
Del sexenio anterior nada puede sostenerse. Enrique Peña Nieto entregó la plaza porque la rapiña fue enorme. Su sexenio fue el más corrupto de la historia nacional. En Morena tienen todos los datos, todos los números y los negocios de cada uno de los políticos de la oposición. Saben qué hicieron los ex gobernadores de Guanajuato, Aguascalientes o de cualquier estado. Tienen información precisa de las fortunas hechas al amparo de los negocios desde el poder.
En los próximos meses, cuando las campañas electorales suban la temperatura, los nuevos gobernantes podrán sacar, a discreción, los trapos sucios del pasado. La negociación con Rosario Robles por el pellejo de Peña Nieto es el primer indicio de que algo grande traman. Si para abril o para mayo exhiben la riqueza de Peña Nieto y sus allegados, el golpe sería una bola de billar que hace chuza con PAN, PRI y PRD.
Lo único que tienen que hacer los de Morena es filtrar cuentas, negocios, transacciones de los últimos sexenios, desde el 2000 hasta el 2018. La impunidad que permitieron Fox, Calderón y Peña Nieto, pesará sobre el destino nacional. Lo vemos con los moches de Pemex entregados a senadores panistas, denunciados por Emilio Lozoya para salvar la cárcel. ¿Qué dirá Rosario Robles después de vivir más de un año bajo la sombra? ¿Confesará todo lo que sabe? ¿Será una traición a Peña Nieto?
Llega el momento en que las lealtades son de dos vías. Si a Rosario la abandonaron, ella pierde cualquier compromiso de guardar secretos de estado letales para Peña Nieto. Será uno de los shows favoritos de Morena, uno que puede salvar al partido en el poder de perder la elección de junio.
¿A dónde fue el dinero de la Estafa Maestra? La ex funcionaria lo sabe. Y no sólo eso, debe conocer mll desvíos que estará dispuesta a canjear por su libertad. Con esa moneda en la mano, el fiscal Alejandro Gertz Manero puede llamar a cuentas a quien sea. El show apenas comienza.
¿Se salvarán quienes lucraron en Guanajuato durante los dos últimos sexenios o serán exhibidos como parte de la estrategia para dinamitar la línea de flotación del estado más azul del país? Quien tiene la información tiene el poder y vaya que las cuentas no dan en muchos rincones del presupuesto estatal. Intuimos que por eso las esconden.