Estamos a poco más de 3 semanas críticas en las que, como nunca antes, se definirá el futuro de nuestro país. Según las encuestas de opinión es prácticamente imposible que MORENA y sus satélites lleguen a contar con la mayoría calificada en la Cámara de Diputados, o sea que no podrán obtener el 66 % de los votos para reformar la Constitución. Otras limitaciones que impedirán la promulgación de reformas en nuestra Carta Magna, lo constituye el hecho de que tendrán que someterse al 8 % de la representación proporcional, una herramienta política de la que ya no va a poder abusar ese siniestro movimiento, de la misma manera en que deberán contar con 16 estados más uno para reformar nuestra Constitución. Fácil no la tienen, no.

AMLO detenta el monopolio del poder mediático. En Twitter, puede comunicarse con casi 8 millones de seguidores, por más que muchos de ellos pueden ser fantasmas o simples robots. Además cuenta con las “mañaneras”, a través de las cuales no solo se comunica con millones de televidentes, sino que la prensa repite durante el resto del día sus puntos de vista. Lo anterior, sin olvidar que tiene a su disposición un enorme número de trolls a sueldo sque replican sus comentarios en la redes sociales y defienden rabiosamente sus afirmaciones.

La sociedad se ha comportado como una comunidad receptiva, que si bien responde activamente en las redes sociales, su respuesta no alcanza a llegar a la base electoral del Jefe de la Nación, por lo cual propongo lo siguiente:

Según el SAT, existen en México 46 millones de asalariados en las empresas del país. De lo que se trata es de crear en cada empresa un WhatsApp, de manera que los empresarios de todos los tamaños puedan informar a todos sus trabajadores asalariados de lo que ocurre en nuestro país. Uno de los grandes dramas de México es la falta de información y, a pesar de ello, desperdiciamos herramientas electrónicas con las que podríamos cambiar nuestro destino nacional. Contamos con 85 millones de celulares, a través de los cuales podríamos comunicarnos a diario con dichos 46 millones de trabajadores y, sin embargo, no lo hacemos y permitimos que voten con absoluta ignorancia sin medir cosecuencias.

En mis sondeos personales de opinión, invariablemente descubro una frustrante falta de información, situación que en buena parte, se resolvería si los empresarios crearan un WhatsApp en sus empresas y al apretar un botón pudieran informar a su personal de lo que ocurre en la nación. No propongo la manipulación de individuo alguno: mi intención es divulgar las primeras planas de los periódicos nacionales, así como difundir los puntos de vista de diversos columnistas. Concedo que el 90 % de los receptores de los Whatsapp leerán, si acaso, algún texto en los primeros días y luego abandonarán el sitio en busca de los resultados deportivos. Entendido. Si bien es cierto lo anterior, también lo es que un 10 % sí se interesará por la información y empezará a permearla entre sus familiares, amigos y colegas. 

Sembremos datos e información de cara al 6 de junio. En conclusión: la idea no solo consiste en crear un WhatsApp por empresa para informar a 46 millones de mexicanos en su mayor parte ignorantes de lo que ocurre en el país, sino que se debe aprovechar esa mágica herramienta electrónica  para invitar a dichos millones de compatriotas a votar pero, claro está, no a favor de MORENA ni de sus partidos satélites, sino de las alianzas con las que se pueda rescatar a México. En 2018, 30 millones de mexicanos votaron por López Obrador, 20, lo hicieron en contra y 40 se abstuvieron de concurrir a las urnas por pereza, indolencia o por un sentimiento de inutilidad. 

Es la hora de aprovechar el WhatsApp en cada empresa para explicarle a millones de mexicanos la importancia de votar el 6 de junio. México está en jaque. A todos nos toca defenderlo. Después del 6 de junio conoceremos el verdadero rostro de México. Si queremos un México libre y democrático, invitemos a la nación a concurrir a las urnas, una vez informada del catastrófico gobierno de López Obrador. Un WhatsApp por empresa es una buena alternativa. Ya no tenemos tiempo.

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