Hay un tuitero que se llama Arturo Herrera, homónimo del Secretario de Hacienda. Con largos “hilos” comienza la discusión que ya todo mundo trae en la boca: ¿Quiénes son los gallos para la sucesión presidencial?

El propio presidente López Obrador atiza el fuego del debate e insiste que tiene mucha tela de donde cortar. Claudia Sheinbaum, quien creemos es su favorita. Marcelo Ebrard, el más sólido apoyador del gabinete; Juan Ramón de la Fuente, el doctor silente que nos representa en la ONU; Tatiana Clouthier, titular de Economía y hasta Rocio Nahlé, la secretaria de Energía. El silencio también habla: AMLO no se ha referido a Ricardo Monreal, el presidente del Senado. Eso en el equipo de Morena

Los espontáneos saltan con sus tuits para referirse a la oposición: Quieren a Enrique de la Madrid, Enrique Alfaro, Xóchil Gálvez, Juan Carlos Romero y por supuesto a Ricardo Anaya, quien es el más odiado por la 4T. Nombres hay muchos y sobran. Hay quienes ven una buena oportunidad en Lilly Téllez, la aguerrida y convincente oradora que ha puesto en su lugar a Hugo López-Gatell

Los fans son multicolores, variados y representan intereses regionales. Ildefonso Guajardo, el gran secretario de Comercio durante el sexenio de Peña Nieto, tiene buena tribuna en Nuevo León. En las listas de sugerencias no falta José Antonio Meade por su talento, capacidad, honestidad y de quien muchos creemos que sería el mejor presidente que jamás hubiera tenido México, aunque hay quienes lo quieren crucificar por haber participado en la campaña del PRI. 

Otras narices que se asoman del sector empresarial son las de Gustavo de Hoyos proveniente de Coparmex y Ricardo Salinas Pliego, el multimillonario amigo de López Obrador, de esquinas distintas en el ring político. Otros mencionan a Claudio X. González también. 

En una encuesta a medida, surgen los nombres priístas de Manlio Fabio Beltrones y Claudia Pavlovich, de Sonora. Miguel Ángel Osorio Chong, el senador y ex secretario de Gobernación parece encabezar las intenciones del tricolor, aunque Alfredo del Mazo, gobernador del Estado de México, no puede ser descartado después del buen resultado que tuvo en la pasada elección. Alito Moreno, el presidente del PRI también quiere, pero desde lejos se ve que no le alcanza la popularidad. No descarte a Beatriz Pagés, una de las voces más críticas del actual presidente. 

Del PAN hay muchas narices asomadas, por supuesto Ricardo Anaya, Margarita Zavala, Gustavo Madero y Pancho Domínguez, el gobernador de Querétaro quien anda suelto proclamando ser el único que dejará a su entidad con cero deuda, en paz y con prosperidad. No es logro menor. También hay tuits en favor de Diego Sinhue Rodríguez, nuestro gobernador. 

En las próximas semanas veremos más y más encuestas. La mayoría hechas como traje a la medida para algunos políticos que quieren hacerse ver, incluso de personajes tan impresentables como Gerardo Fernández Noroña. A final de año los encuestadores serios tendrán que entrar a los sondeos. 

La “primera llamada” para el 2024 ya está en el aire con sonido de clarín. Nadie puede quejarse del tiempo tan anticipado porque hasta el mismo López Obrador abre la baraja y dice que en Morena no hay “tapados”. 

Los tuiteros también quieren que sean dos las coaliciones, que no haya fragmentación en la oposición porque entonces le dejarían el camino abierto a Claudia Sheinbaum o a Marcelo Ebrard, quienes encabezan las preferencias en Morena. 

El arranque tiene una urgencia inédita: queremos sentirnos seguros de que habrá un cambio. 

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