Concluye el periodo de gobierno de esta administración municipal. De Héctor López Santillana nuestro primer Alcalde reelecto. El anterior alcalde panista. Ricardo Sheffield hoy morenista-, fue Presidente Municipal para dejar el gobierno al PRI con Bárbara Botello. Considero que una buena administración saliente, junto con un candidato(a) competitivo y una buena “marca” de partido, aseguran la victoria en las alcaldías. Esta fórmula siempre funciona y en el caso de las administraciones panistas históricas, les han dado la victoria. Por eso, los buenos resultados de Héctor, el Ayuntamiento, su equipo de trabajo, la marca PAN y una candidata competitiva (Ale), les permitieron arrasar en las recientes elecciones. Héctor superó la prueba de la reelección del 2018, para que los leoneses le ratificaran en una elección donde compitió contra una pequeña oposición.
Todo, para gobernar una ciudad que enfrentaba desde entonces los mismos desafíos que hoy tiene todavía enfrente: la reconversión económica de la industria, la sustentabilidad del ecosistema y el desarrollo humano más equitativo. Como toda administración, la de Héctor tuvo claroscuros. El primer trienio, lo concentró en proyectos de impacto social como la ampliación del SIT, la atención a los polígonos de pobreza y en la innovadora iluminación LED, en lo que llamó “de la periferia al centro”, aunque todo envuelto en el cáncer del narcomenudeo, del aumento de la pobreza y del deterioro del manto freático. El buen Hector se rodeó de un equipo proveniente del gobierno estatal y armó Consejos ciudadanos con los empresarios de siempre. Después de haber sido Gobernador interino, su experiencia le permitió cohesionar a los de su partido y a una ciudad necesitada de un liderazgo orientador.
En éste, su segundo trienio, tuvo aciertos enormes como los de obra pública y estiró el presupuesto para poder concentrarlo en obra pública, cuando el gobierno federal inició el castigo presupuestal para la ciudad y nuestro aislamiento por ser la región donde AMLO tiene los niveles de aprobación más bajos del País. Pero lo más crítico que le tocó enfrentar, no fue el efecto de la recesión nacional en el 2019, sino la pandemia del 2020. Administrarla no fue sencillo y menos, enfrentar al final de la administración, el castigo del Presidente AMLO a León al dejarnos sin el agua de la Presa El Zapotillo. Este periodo incrementó al igual que en todo el País, el porcentaje de leoneses en condiciones de pobreza a pesar de las medidas paulatinas tomadas por el Alcalde como el apoyo a las microempresas y el aumento de los programas sociales.
Me gustó siempre de Héctor su cercanía con la gente mayoritaria, con el 55% de leoneses en condiciones de pobreza y que su estilo de vida siguiera siendo austero, pues continúa viviendo en la misma casa de siempre donde le podemos encontrar. Supongo -después de 30 años de conocerle-, que es el resultado de seguir poniendo los pies en la tierra sabiendo el barro del que estamos hechos. Con Héctor, León mantiene el liderazgo en sistemas de movilidad, gestión del agua potable y residuos sólidos urbanos, aunque no pudimos avanzar más en desarrollo social y en incrementar la seguridad ciudadana al estar rodeados del crimen organizado.
La ciudad tiene desafíos enormes a futuro, como el incremento de los ingresos vía impuestos a los predios que valen oro, la prevención del delito, las redes ciudadanas para atención a los grupos vulnerables y a los jóvenes hundidos en las conductas de riesgo. El ecosistema tiene capacidad de ser restaurado aun sin el agua del Zapotillo, pues la cuenca del norte, la de Sierra de Lobos y un inteligente programa de gestión del agua, permitirán prolongar la vida del acuífero.
Yo tengo que agradecerle que haya volteado al Parque Chapalita (aún con la pena de tener que escribir, denunciar y plantearlo en nuestra primera plana de AM) para que apoyara este proyecto ciudadano y armar juntos ideas para que sea lo que hoy es: un área natural pletórica de gente y con un ecosistema restaurado. Como todo en esta vida, se cierra el ciclo de la administración de “Héctor el grande” (mi artículo del 31 de marzo del 2012 en AM), con lo que deseo tenga él, la satisfacción de dejar esa huella de las buenas acciones, para quienes vienen atrás, los miles de pequeños que deberán gozar de una mejor ciudad donde quepan todos.