Joaquín Gamboa Pascoe, líder sucesor de Fidel Velázquez, en la Confederación de Trabajadores de México, (CTM) , se mandó hacer una estatua para perpetuarse en la memoria nacional.

 

      Realizada la obra pretendió colocarla en las proximidades de su despacho, esto es explanada del Monumento a la Revolución, del entonces Distrito  Federal. No logró el propósito ya que la autoridad de ese tiempo, antes de cualquier trámite, manifestó su objeción.

 

   Entonces el dirigente obrero la colocó en el patio de la agrupación.

 

       Esto nos demuestra que quienes son o se sienten personajes  que pasarán a la historia, sea por iniciativa propia o por parte de cuantos los admiran por su obra si no es que en agradecimiento de lo que les donaron, acuden al estatuismo como paso -suponen- a la eternidad.

 

       También se acostumbra ponerles a calles,avenidas y hasta a colonias nombres, principalmente de políticos. No de políticas o damas destacadas. Si usted lector o lectora pacientes observan, van a darse cuenta que hasta en esto hay discriminación.Una que otra avenida para honrar, generalmente artistas; lo demás tributo para los políticos.

 

        En ese realismo nada tiene de extraño la erección de una estatua para el ahora presidente Andrés Manuel López Obrador.En el Estado de México.Como reconocimiento anticipado a su labor.

 

       Avanza en su ejercicio sexenal, con la 4T. como signo, camino y guía, espacialmente para sus seguidores quienes han visto  cambio en procedimientos, sin que se defina propiamente la ideología, que tira a la izquierda pero sin declaración plena, para no causar zozobra y menos arrebatos anti partidarios.

 

   Se calcula que nuestro ahora Presidente tiene seguidores cautivos en número mayor a treinta y cinco millones de ciudadan@s, que dicho sea de paso, la mayoría han recibido algún beneficio, sobre todo económico, de sus programas. Es lógico y consecuente políticamente hablando, que le estén agradecidos.Pero entiéndase bien:  no son gentes de ese sector quienes mandan pintar mural o hacer estatua de AMLO, sino que se trata de políticos audaces, astutos,colocados y que pretenden continuar en el candelero, por decisión de quien manda desde Palacio Nacional.

 

    Recordemos que en tiempos de Miguel Alemán, se edificó Ciudad Universitaria en el D.F. (ahora Ciudad de México). Comentó un senador, Alfonso Flores Mancilla, su compadre por cierto, que cuando le consultaron a don Miguel la idea de estatuarlo, simplemente preguntó el sitio y las características. Se edificó; pero pasado algún tiempo, grupo de estudiantes la destruiría, a pesar, repetimos, de que por decisión de don Miguel se hizo el aporte y la colosal obra para la educación.

 

               De López Portillo se levantó una estatua ecuestre en Nuevo León. Luego que concluyó su mandato sin defender el “peso como un perro”, que se apoderó -su gobierno- de los bancos y destruyó la riqueza petrolera ( que dijo debíamos prepararnos para disfrutarla), dejó que metieran a prisión a su muy amigo Jorge Díaz Serrano, por compra fraudulenta de barcos -ordenada por una hermana de Jolopo-,al término de todo ese desgobierno, la estatua fue destruida.

 

         Adelantar vísperas, sobre todo en calificar gobiernos, es un muy grave  error que puede desdibujar no únicamente la personalidad del político en el ejercicio, sino hasta su obra en conjunto.

 

            Nadie, sensatamente creo yo, se apone a que los seguidores de AMLO, por convicción o conveniencia, lo exalten y respalden, pero para ponderar  su ejercicio no debieran apresurarse, a menos que, como hemos dicho, ese elogio anticipado, les rinda frutos políticos.

 

     El pronto derribo de la estatua únicamente sirve para aumentar la polarización que se ha generado en México, con la 4T.Dice AMLO ,que no quiere que su nombre se ponga a calles, ni que se le erijan monumentos o se le pongan a escuela  alguna. ¿Es en serio?.Que se sepa el mural que le dedicaron, no ha sido borrado.

 

          No olvidemos que la historia no ha de escribirse con los apetitos del estómago o la cartera, sino con una conciencia limpia y un cerebro guiado por la verdad.

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