Mientras los países industrializados están inmersos en la carrera tecnológica de los vehículos híbridos y solares, soportados por baterías de alta eficiencia, en México seguimos aferrados a los motores de combustión interna. Ni los consumidores, ni el gobierno, ni los innovadores, están en esta carrera. ¿Qué tan lejos estamos de crear un vehículo eléctrico o solar en México?
En el mundo de la “mentefactura” (la creación de productos-servicios intensivos en conocimiento), las oportunidades son muchas. La biotecnología, la automatización, los clusters de la salud, la formación de franquicias locales, las marcas-ciudad, la industria digital 4.0, son algunas oportunidades junto con la industria del reciclamiento y la de las energías renovables. Hoy México, importa la tercera parte de los vehículos que adquieren los consumidores, en tanto que las otras dos terceras partes son empresas extranjeras que ensamblan en el País.
La “ingeniería en reversa” -que pudiéramos hacer las universidades y proveedores locales, para aprender del diseño e ingeniería de producto-, es muy reducida. 50 años de depender de los grandes productores norteamericanos, alemanes y japoneses ha sido un costo alto a pesar de que generan empleos. El efecto es depender totalmente de ellos. Los combustibles fósiles tienen un escenario de duración que oscila entre los 30 y los 40 años. De acuerdo a la teoría del pico de Hubbert, también conocida como “cenit” del petróleo, una influyente teoría acerca de la tasa de agotamiento a largo plazo del petróleo y de otros combustibles fósiles, se calcula que la producción mundial de petróleo llegó a su cenit hace unos 5 años para después declinar tan rápido como creció, resaltando el hecho de que el factor limitador de la extracción de petróleo es la demanda de energía y no su costo económico.
La mejor (o única) alternativa para México, es la creación pronta de automóviles eléctricos y solares, esto es, un automóvil propulsado por uno o más motores eléctricos, usando energía eléctrica almacenada en baterías recargables o tomándola directamente del sol. La tecnología de los vehículos híbridos y la del hidrógeno está muy distante para alcanzarla.
Entonces, ¿Qué tan lejos estamos en México de lograr este desarrollo? Calculo que a 10-15 años. Pero esta brecha se puede reducir. Tenemos recursos: redes de incubadoras público-privadas, centros de investigación-universidades con capacidades tecnológicas, talento para formar un fondo de inversión de riesgo público-privado que incite a inversionistas locales a invertir en el desarrollo tecnológico a pesar de la desaparición que hizo el presidente AMLO de los fondos de innovación que tenía el Conacyt.
El diseño del vehículo mexicano deberá ser pequeño (2 personas) enfocado a mercados locales de grandes ciudades con trayectos cortos. Hoy, los motores eléctricos proporcionan a los automóviles un torque instantáneo, dando una aceleración fuerte y continua; son también hasta varias veces más eficientes que un motor de combustión interna y desde luego, menos contaminantes.
Hoy, por la crisis ambiental, el presidente Biden ha establecido incentivos para el uso de vehículos eléctricos o híbridos enchufables, como exenciones de impuestos y otras ayudas para promover su producción y adopción en el mercado. Nuestro presidente AMLO por el contrario, desprecia la tecnología ambiental y no voltea hacia donde la humanidad está. Los vehículos eléctricos son significativamente más silenciosos que los vehículos de combustión interna. Numerosas empresas chinas inundan el mercado mundial con sus vehículos, algunos híbridos o eléctricos. Hoy, el costo de las baterías está descendiendo rápidamente y esto ha aumentado la autonomía reducida y ha cerrado la brecha contra los vehículos convencionales y esto reducir el miedo a que las baterías se gasten antes de llegar al destino. Hay algunos modelos que ofrecen una gran autonomía como el Tesla norteamericano Model S que tiene más de 500 km de autonomía.
Este año, se ofrecieron más de 15,000 modelos de automóviles eléctricos y furgonetas para venta al público, principalmente en Estados Unidos, China, Japón y los países europeos. Las ventas globales acumuladas de vehículos eléctricos sobrepasaron el millón de unidades. Las proyecciones mundiales de crecimiento nos llevarían a aproximadamente a 3 mil vehículos para el año 2030. Todavía estamos a tiempo de armar un consorcio tecnológico de riesgo y reducir la brecha tecnológica preparándonos para esos años en que se acabe el petróleo,ése que tanto aprecia nuestro presidente AMLO.