Hoy se han puesto de moda, en todo el territorio nacional, encuestas y consultas con lo que, se supone, la democracia avanza a pasos mucho muy acelerados. Dicen quienes promueven tales métodos que así se percibe con claridad lo que el pueblo quiere y demanda.
De tal metodología ya hubo una prueba en nuestra ciudad al ir a las urnas y sufragar los leoneses con credencial de elector.
Prontamente se entendió, se supone, el mecanismo. Y dicen los implementadores o promotores, que los resultados fueron óptimos ya que la gente en las casillas determinó lo que le conviene.
Uno de los resultados fue la decisión de que se erija un hospital para mascotas.
Curiosamente, pura coincidencia, se entiende, esta decisión le cayó como anillo al dedo a doña Alejnadra, nuestra Alcaldesa, quien tiene inclinación muy manifiesta por proteger a los perritos@, no sabemos si también a los gatos; pero ese es otro asunto.
Hagamos un paréntesis para inquirir, a los miembros del Honorable, del partido que sean, o sin partido, ¿cuál es ahora la función de ese organismo denominado IMPLAN?. Se suponía que su quehacer lo comprometía con estudiar la realidad, ver y examinar problemas y definir proyectos prioritarios. Si ahora pópuli, sabio, ignorante, mucho muy enterado o por pura inspiración va a decidir en una urna lo que le conviene, entonces ¿para qué los expertos de gabinete?.
Tal vez la idea se encamine a que IMPLAN prepare el “menú” a efecto que los votantes escojan. Ya lo veremos.
Por lo pronto habrá hospital en donde se atienda mascotas que,por cierto no consumirá esa suma de dinero que se ha ostentado, ya que la demanda pronto crecerá con la labor de los rescatistas quienes raudos acudirán a donde se les llame.
Si eso es socialmente avanzar..¡avanzamos!.
Un neó[email protected] dos dedos de conocimiento y menos sabiduría de academía se va a preguntar si así como se atenderán mascotas, esa misma diligencia será aplicada para orfanatos, casas de cuna, asilo de ancianos. Si la respuesta de nuestro Honorable es sí, daremos todo por bueno ya que hay muchas de estas instituciones en el olvido, abandonadas por las autoridades y, debemos decirlo, también por parte de la sociedad que no dona ayuda para quienes no tienen nada.
Doña Alejandra se dio una vueltecita por San Pedro Gatza García y se emocionó del modelo gubernamental.Si viaja a Singapur va a animarse con el sistema de vivienda; pero esa es, como dijo la viejita, otra historia, ya que se trata de entidades con rango presupuestal muy elevado y que comenzaron sus esquemas desde cero.
Pero, bueno; no ¡qué bueno!. Malo que nuestro Ayuntamiento sea tan anuente, no sumiso, sino consecuente, para no darse cuenta que no ya socialmente sino humanamente primero está la atención a los seres humanos y luego a las mascotas.
Y cuento,no para ilustrar a nadie sino a efecto de convidar dos referencias.
Una: en Saltillo, Coahuila, un grupo de profesores, casi todos de Chiapa (así era el sistema: a los de Sonora los enviaban a Tabasco), se propusieron que no hubiera, en el barrio de su ejercicio, una sola persona con hambre. Convidaron a padres de familia que pudieran dar una sopa o guisado, unos un día, otros otro. Su credencial a los demandantes. Lo que sobraba era para un asilo. El éxito fue rotundo.
En Morelia. un Gobernador dio instrucciones al DIF para que no existieran menesterosos en la vía pública. No que los desaparecieran sino que se resolvieran sus problemas. Fue una tarea dura supuesto que no pocos se resistían, pero se logró albergarlos, proporcionarles qué comer y hasta ocupación a algunos. La mendicidad no terminó, pero se bajó al mínimo.
El hospital de mascotas sí; pero ¿no será primero la lucha por darle de comer al hambriento y cobijo a quien lo ha menester?.
Ojalá que el DIF leonés se haya interesado por los habitantes de comunidades lejanas que, con motivo de la Feria, acuden a pedir ayuda o vender golosinas. Se apiñan en cuartos de vecindad. ¿O ahora le tuvieron miedo a la pandemia?.
Atención a mascotas, sí; pero después de ayudar a los marginados. No se nos olvide que somos el municipio con mayor número de gente en la miseria.