Al igual que ocurre con asuntos de política o religión, la discusión sobre la pertinencia de celebrar la Feria Estatal de León comienza a ser un tema que termina las conversaciones con la frase “no nos vamos a poner de acuerdo”.
Para algunos, lo correcto es imponer el confinamiento y sana distancia, aceptando los estragos que eso causa en la economía; para otros, lo adecuado es promover acciones y eventos tendientes a generar una reactivación económica que permita la conservación de empleos, pese a la posibilidad de que se incrementen los contagios, procurando controlarlos mediante los índices de saturación hospitalaria y disponibilidad de ventiladores.
La celebración de la Feria de León ha generado opiniones encontradas y en la mayoría de los casos con argumentos que dan la razón a ambas partes, pero en descargo del Patronato de la Feria, se tiene que reconocer que la celebración del evento no depende de ellos, sino de la Secretaría de Salud Estatal y de la Dirección de Salud Municipal, sin cuyo aval, no habría podido llevarse a cabo.
Hace algunos días durante el transcurso de la segunda semana de la Feria, nuestra ciudad se distinguió por ser la de mayor incremento en los contagios de la variante ómicron, lo cual podría empezar a confirmar que la celebración del magno evento sí influye negativamente en el aumento de casos de la enfermedad; pero al mismo tiempo, dos organismos empresariales emitieron sendos comunicados oficiales apoyando el desarrollo y organización de la Feria.
Se trata de la Asociación de Distribuidores de Automotores del Estado de Guanajuato, A.C. que señaló que “la Feria Estatal de León 2022, es un símbolo de la reactivación económica que tanto necesitamos”, y de la Asociación Mexicana de Hoteles y Moteles de León, A.C. que mencionó que esta edición significa para los hoteleros “un seguimiento en la reactivación económica” que han buscado por muchos meses.
No obstante que estos organismos son muy sectoriales y que la emisión de los comunicados no parece espontánea, sus posicionamientos son altamente significativos, principalmente el de los hoteleros, sector que ha sido probablemente el más afectado en toda la pandemia.
El Patronato de la Feria puede presumir que hay sectores que apoyan la realización del evento, privilegiando la reactivación económica por encima del incremento en contagios, y además puede argumentar que la feria se lleva a cabo respetando y procurando las medidas sanitarias.
Sin embargo, esto último ha quedado desacreditado en los hechos, pues el Patronato no puede eludir su responsabilidad por los errores en la logística y deficiente coordinación con la Secretaría de Seguridad de León en la organización de al menos dos conciertos (según la propia Secretaría). En éstos, las medidas sanitarias brillaron por su ausencia y, además, de forma casi “milagrosa”, no hubo personas que resultaran lastimadas o fallecidas.
Lo que es un hecho, es que el gobierno no puede ni debe ser rector de las conciencias de los ciudadanos, es decir, no debe decirnos qué hacer y qué no hacer y mucho menos en qué pensar, particularmente a los adultos. De manera que el asistir a la feria o quedarse en casa es una decisión estrictamente de cada persona y con ella la de sus dependientes o menores de edad.
Pero no todo es reactivación o contagios, por lo menos se ve una luz en cuanto a resultados económicos para el Patronato, y es que parece que se generarán los remanentes suficientes para seguir financiando a Explora, y con ello mantener el circulo virtuoso y la armonía entre estas dos instituciones que son patrimonio de los leoneses.