Vaya que resultan “curiosos” los morenistas cuando denuncian supuestas acciones ilegales de otras entidades de interés público cuando ellos recurren a prácticas muuuy similares.

A pesar de que al calor del debate sobre el presupuesto para la consulta de revocación de mandato se quejaron de que el INE tuviera dinero en fideicomisos y acusaron opacidad en su manejo, ahora resulta que en Morena han hecho justo eso… y hasta peor.

En la sesión de ayer del organismo electoral, se ventiló que, tras llegar a la dirigencia de ese partido Mario Delgado, en diciembre de 2020 se creó un fideicomiso para comprar inmuebles con 372 millones de pesos de aportaciones de sus comités estatales que están prohibidas legalmente.

Para colmo, en la panza de ese instrumento financiero, también entraron otros 866 millones de pesos del Comité Ejecutivo Nacional morenista que, de acuerdo con la Unidad de Fiscalización del INE, no se sabe a dónde fueron a parar.

Quienes forman parte del partido en el poder insisten en decir, como se los enseñó su jerarca, que ellos no son iguales a los otros partidos. Y todo parece indicar que tienen razón… ¡ellos son peores!

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Como si fuera una telenovela, varios personajes de la vida nacional están recuperando milagrosamente la memoria.

Primero fue el ministro presidente de la Corte, Arturo Zaldívar, quien de repente recordó cómo -según él- fue objeto de presiones del gobierno de Felipe Calderón por el caso de la guardería ABC.

Y ahora, la diputada federal Patricia Armendáriz dijo en tribuna que ella fue testigo de los “moches” que se llevaron empresas dedicadas a reestructurar deudas gubernamentales en las administraciones de Carlos Salinas y Ernesto Zedillo.

¿Que no hubiera sido mejor que denunciaran esas supuestas ilegalidades cuando ocurrieron y aún se podía hacer algo? Es pregunta sin amnesia selectiva.

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Muy lisonjero estuvo un tuit con todo y foto que le dedicó el vocero Jesús Ramírez Cuevas a la jefa de Gobierno de la CDMX, Claudia Sheinbaum, después de que coincidieron en la conmemoración del Día de la Bandera.

Al describirla como “compañera de luchas sociales y en defensa de la democracia”, quedó claro con quién está el funcionario federal con miras a la candidatura presidencial de la 4T en el 2024, más aún porque por ahí también anduvo Marcelo Ebrard y a él no le tocó ese champú de cariño.

Tal es la predilección que últimamente muestra públicamente Ramírez Cuevas por la mandataria capitalina, que hay quienes ya lo apodan “Chucheinbaum”.

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