Últimamente se habla mucho de la invasión de Rusia a Ucrania y se convierte en noticia recurrente y de último momento, sin embargo, se dejan de lado otras noticias también de conflictos y violencia que azotan otras partes del mundo igualmente. Por ejemplo, la guerra civil en Siria que sigue cobrando víctimas y causando desplazamiento de miles de personas a varios países provocando una crisis humanitaria continua y sin una solución.

En el continente africano hay sequías intensas que inducen las hambrunas que obligan a los locales a emigrar y esa violencia, aunque de origen natural, también la sufren los individuos y las naciones. En Centroamérica las pandillas delincuenciales han crecido toleradas por las autoridades y asolan a la población como el caso de los Maras en El Salvador y en Nicaragua, el mismo gobierno ataca a los disidentes y los encarcela.

En Sudamérica perviven las guerrillas en Colombia y Perú a pesar de que los gobiernos presumen haberlas eliminado o incorporado a la vida institucional, algunas se financian a través del narcotráfico que, a su vez, es una fuente de violencia constante para los países consumidores como los mismos Estados Unidos a donde mandan toneladas de droga.

En México, la pobreza desplaza forzadamente a miles de hombres que sufren vejaciones y violencia para poder atravesar la frontera con los Estados Unidos. Las mujeres son violentadas repetidamente por sus propias familias o en el trabajo o escuela, lo mismo ocurre en algunos países europeos, señaladamente en España que agreden mujeres.

De modo que la violencia está presente en todo el mundo, pero llama la atención cuando un país la ejerce sobre otro cuando la experimentamos todo el tiempo y en todos lados. Dicen los rusos que invaden Ucrania que se trata de una acción militar limitada y aducen razones de seguridad nacional y protección territorial ya que Ucrania pertenecía a la Unión de Repúblicas Soviéticas Socialistas antes de disolver la antigua URSS y no quieren que se incorpore a la Unión Europea y a la Organización del Tratado del Norte.

Por otra parte, Ucrania es una región rica, industrializada y es paso de gasoductos que alimentan a Europa y Rusia no quiere perder el control de esos activos, existen también grandes regiones que hablan ruso y son afines a la anexión, de manera que no se sabe cómo terminará esta intrusión armada que tantos países han repudiado abiertamente.

Supongo que las fuerzas rusas se retirarán una vez que el gobierno ucraniano desista de incorporarse a la Unión Europea y a la OTAN y después de anexarse otras dos regiones como lo hicieron ya con la península de Crimea. Es poco probable que intenten apoderarse de todo el territorio ucraniano, aunque hay grupos poderosos que lo quieren.

Mientras tanto, los conflictos descritos antes, continuarán en todo el mundo hasta que surja otro nuevo que haga olvidar los continuos que no llaman tanto la atención, pero están presentes y no se pueden considerar menos apremiantes por ser constantes.

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