Dice López Obrador, visiblemente apocado, que hay estabilidad en el gobierno que encabeza, lo mismo de siempre, el presidente no ve, porque no quiere ver, violencia, miseria, inflación, impunidad, feminicidios, crisis energética y un largo etcétera del que siempre culpará al pasado neoliberal. Para él, hasta la violencia en el Corregidora es culpa de los “resabios del pasado”. Nada nuevo, pues.
Sin embargo, el Presidente sabe que la estabilidad política incluso entre las filas de su propio gobierno pende de un hilo, hoy, por ejemplo, estamos frente a uno de los mayores encontronazos del sexenio: su fiscal, Alejandro Gertz, y su ex consejero jurídico, Julio Scherer, se han declarado la guerra y las consecuencias harán trepidar la ya de por sí mermada credibilidad y confianza de la autofágica 4T.
El viernes se publicó de manera anónima en YouTube una llamada telefónica entre el fiscal Gertz Manero y su fiscal de control de competencia, Juan Ramos, donde hablan sobre el proyecto que el ministro Pérez Dayan presentará en la Corte el próximo lunes 14 de marzo para determinar si procede o no la libertad de la señora Alejandra Cuevas Morán, de casi 70 años de edad, acusada, por el propio fiscal, del homicidio de Federico Gertz, su hermano, fallecido ya en senectud en 2015.
Desde entonces, Gertz emprendió un proceso judicial señalando a Laura Morán, hoy con casi 100 años, y a su hija, Alejandra Cuevas Morán, como responsables de negligencia en el cuidado de la salud de su hermano y su consecuente muerte. El caso se empolvaba en tribunales por notoriamente improcedente hasta que, en 2019, Alejandro Gertz se convirtió en fiscal de la república y logró, ya en el cargo, que se detuviese, de forma “preventiva”, a Alejandra Cuevas.
El 14 de marzo el caso personalísimo del Fiscal podría caerse en pedazos al no lograr los votos necesarios en la Corte que mantendrían a la anciana, supuestamente responsable de negligencia derivada en homicidio, en prisión.
No hay evidencias que apunten a que la filtración de la llamada de Gertz Manero vino de la oficina de Julio Scherer, pero el Fiscal tendrá la opción de una hipotética vendetta el día de hoy cuando los abogados del despacho ligado al exconsejero jurídico comparezcan en la FGR acusados de tráfico de influencias.
De acuerdo a la denuncia presentada por Juan Collado, preso acusado de lavado de dinero y defraudación fiscal, los abogados de Scherer lo extorsionaron pidiéndole 10 millones de pesos para cerrar un expediente en su contra de la UIF. Le exigieron, además, 3 millones de dólares, de los cuales pagó la mitad, para que recuperase su libertad, cosa que nunca ocurrió, y le pidieron ceder, mediante tácticas financieras, Caja Libertad a Banca Afirme.
Es muy probable que los abogados Juan Araujo, César Omar González, David Gómez Arnau e Isaac Pérez terminen durmiendo en el Reclusorio Norte o que, incluso, se conviertan en prófugos a los que la FGR quiere castigar con más de 40 años de prisión y, lo más interesante, pavimenten en el camino para un eventual juicio penal contra Scherer.
Sume a esto los señalamientos que ambos personajes tienen con respecto a sus fortunas que van desde lujosas casas en el extranjero hasta cuentas millonarias en paraísos fiscales.
Para un Presidente que predica la paz, el perdón y la austeridad le salieron colaboradores cercanísimos muy neoliberales.
De colofón
El misil que podría venir en próximos días apunta a un relativamente reciente conglomerado de medios que está buscando abrir un nuevo banco en México, entre los probables socios hay distinguidos expriistas y, otra vez, algunos personajes cercanísimos a la 4T.
Y todavía faltan 936 días para que termine el sexenio.