A mí no me interesa saber lo que gana un CEO de una empresa de renombre, como tampoco tengo interés en conocer el sueldo de periodistas. Yo no les pago. En cambio, lo que ganan diputados y empleados de gobierno incluyendo al mismo presidente, eso sí es de mi incumbencia ya que el recurso sale de los impuestos que paga la ciudadanía. Así que, el tiempo que utiliza el presidente para estar averiguando y pregonando en sus Mañaneras los salarios y honorarios de algunos periodistas, no forma parte de su trabajo por el cual el pueblo le paga y mantiene; sólo se está distrayendo de su verdadera responsabilidad que es la administración del país o peor aún, busca distraernos de las afectaciones que se padecen y no puede resolver.
AMLO debe involucrarse a profundidad con lo que sucede en los distintos estados de México y ejecutar acciones bien planeadas y certeras para resolver las distintas problemáticas. Dejar a un lado la improvisación y la terquedad, rodearse de asesores eficaces, aceptar diagnósticos de personas profesionales y expertas en los respectivos temas que nos aquejan para poder obtener buenos resultados.
Sobre el tema de la seguridad el presidente se defiende diciendo que las acusaciones de militarización de México son malintencionadas. Con claridad vemos que los militares reciben abundantes recursos y contratos públicos para la construcción. AMLO no se enfoca en el problema de inseguridad y violencia que existe en muchas ciudades de la República, sólo se limita a decir que la violencia homicida ya se contuvo cuando se han tenido 36,000 homicidios anuales por tercer año consecutivo. AMLO debe concentrarse en cumplir su promesa de pacificar al país.
En cuestión de pobreza los resultados de la medición del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) registró un aumento del 7.3% en lo que va del sexenio. A pesar de haber aumentado el presupuesto para los programas sociales, hay casi cuatro millones más de pobres en México. La situación económica de los hogares mexicanos está peor de como estaba antes de la pandemia. Esto se debe en parte a malas decisiones políticas y medidas erróneas provocadas por el gobierno.
En lo que concierne al problema de salud, la desaparición del Seguro Popular dejó a 15 millones de mexicanos (datos del CONEVAL) que tenían acceso a los servicios de salud pública al inicio del gobierno de AMLO quedaron sin atención médica. A esta terrible desprotección le sumamos el desmantelamiento del sistema de compra de medicinas que ha llevado al desabasto del surtido de recetas afectando graves problemas de salud como el de los niños con cáncer. Al no tener acceso a este servicio, el gasto de las familias por enfermedades aumentó perjudicando su economía. Esta afectación fue mayor en la población de bajos recursos. Y peor todavía con el manejo de la pandemia.
Estos son los retos que el presidente debe enfrentar y dejar de perder el tiempo.