La veda electoral que se inicia en abril y termina en junio, prácticamente desmoviliza la administración municipal; luego viene la entrega-recepción que comienza desde el momento que se designa al candidato triunfador, ese es otro espacio de letargo laboral; viene el peor, el que desarticula dos años de trabajo, la renovación de la administración, los despidos y contratación de nuevos directores. Todo ello crea un zombi laboral, es decir, es casi un año de tiempo y dinero perdido. Y claro, luego vendrán otros seis meses de prueba y error.

Estamos a unos días del mes de abril, cerraremos dos años que venían de la inmovilidad que produjo la pandemia en la administración municipal, y entre ellos, uno, el de los procesos electorales. Este breve contexto es a propósito, porque coincide con la reforestación del predio que rescatamos de un basurero, en Bosques del Sol, hace dos años. Reitero, ese espacio tiene la singularidad de haber estado abandonado por más de 25 años. Si bien es cierto que contamos con cierto apoyo de algunas direcciones, también es cierto que en ciertos momentos fue en contra de su voluntad.

Aquí es donde se centra el asunto que les comento, está legislado y es el eje de intención de cualquier gobierno, promover la participación ciudadana, y no al revés: promover la participación del gobierno. Es una ironía que, en este caso, haya sido así, y siga siéndolo, la participación ciudadana intentando mover antes y ahora, a un mamut reumático, desdeñoso y soberbio. Veamos primero la importancia de un parque, o la importancia de sembrar árboles, o tener espacios forestales.

Le enumero 12 RAZONES PARA PLANTAR UN ARBOL: amortiguan el impacto de las ondas sonoras; ayudan a mitigar los cambios climáticos; liberan vapor de agua que refresca el aire; fijan el CO2 y lo convierten en oxigeno; devuelven agua a la atmósfera por medio de la evaporación; protegen el suelo evitando su erosión y desgaste; retienen agua de lluvia permitiendo que se filtre a los acuíferos evitando inundaciones; funcionan como ecosistemas donde viven animales e insectos; retienen las partículas que hay en el aire; por cada árbol sembrado se garantiza agua para 3 personas.

Cuando hablo de tiempos perdidos del gobierno y la administración municipal, no solo lo digo en función del dinero, sino de lo que se pierde en la inacción. En nuestro parque a pesar de los cuidados, hemos tenido que reforestar conscientes que los beneficios medioambientales no son para una persona sino para toda la población. Pero también entendemos que no son una prioridad gubernamental, que, aunque estén escritos en el Programa de gobierno que costó un dineral, solo sean tinta y saliva. Y lo reseño al vuelo:

El Nodo II, llamado “Celaya en grande”, parece que solo es un complejo de grandeza. Enmarcado en los objetivos de desarrollo sostenible, se refiere a: fortalecer la accesibilidad universal a los espacios públicos: aumentar la calidad de vida, con equipamiento inclusivo; mejorar la imagen urbana; construir entornos seguros, saludables y equitativos con el desarrollo comunitario; mejorar el hábitat en el municipio. Todo ello está desde luego, en función de un presupuesto que, en primer lugar, lo devoran los sueldos del aparato administrativo y poco efectivo; luego, los gastos en seguridad, y lo que queda se destina a obra pública. Este año fueron 381 millones, que se destinarán con un objetivo político electoral, es decir, para invertirlo en lugares que les reviertan votos.

En relación con su Nodo IV, que contempla el aspecto de CELAYA SALUDABLE, se refiere al cuidado del medio ambiente con acciones como: disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero, reforestación del municipio; aumentar la densidad de las áreas verdes; mejorar la calidad del aire, todo ello enmarcado en los objetivos de los ODS.

Todo lo anterior, repito está contemplado en el Programa de Gobierno 2021-2024, que desde luego están obligados a realizarlo, pero en la práctica es más fácil provocar un tsunami, que moverlos a trabajar. La dirección de Servicios municipales, y su área de Parques y Jardines, tiene la zona urbana hecha un breñal, los parques y jardines públicos, como la Alameda, están descuidados, y vandalizados; las deportivas que antes eran espacio de convivencia, y generadores de comunidad e identidad en los barrios y colonias, hoy permanecen cerrados, porque no hay accesibilidad universal, es decir, cobran y se han convertido en un foco de corrupción. Ocurre lo mismo en las comunidades con sus espacios comunitarios, hoy están cerrados o son inaccesibles; no hay reforestaciones, y la densidad verde se pierde cada día por la creación de construcción habitacional o comercial.

El Programa Municipal de Desarrollo Urbano y Ordenamiento Ecológico Territorial (PMDUOET) 2040, señala las problemáticas ambientales más relevantes en Celaya, son: falta de cultura ciudadana para el manejo de basura; sobre explotación de los mantos acuíferos; carencia de áreas verdes y parques; carencia de la infraestructura adecuada para la captación y aprovechamiento de las fuentes de abastecimiento de agua; contaminación ambiental por partículas PM10; deforestación y falta de un programa forestal. ¿Hay presupuesto destinado para esto? ¿O solo dádivas para ganar electores?

Pedirle a este gobierno que cuide la salud ambiental de los celayenses, es lo mismo que pedirle a Jumapa que nos de agua POTABLE. Le doy un dato del día de hoy, los diarios llaman a evitar salir de casa porque la CALIDAD DEL AIRE se considera “mala”.

El NODO V, al que aludo y considero como el eje de un “Gobierno efectivo con enfoque humano y social, tiene contemplado en sus líneas estratégicas, la Gobernanza y participación ciudadana, para lograr una comunicación permanente y efectiva con la ciudadanía, para lograr paz, justicia e instituciones sólidas. Pero, la participación ciudadana la confunden con acarreo, sumisión, manipulación con dádivas al estilo sesentero de la época priista. Cuando los ciudadanos les piden y exigen que hagan su trabajo, o que simplemente participen o ayuden, se ofenden y se esconden detrás de un escritorio. O bien, cuando apoyan, piensan que le hacen un favor a los ciudadanos que les pagan los alimentos tres veces al día a su familia.

¡Ah! para terminar le comento que las 12 razones para tener un mal gobierno no existen, por una sencilla razón, perciben un salario para hacer de Celaya un espacio de bienestar y salud, que no lo hagan por ignorancia, flojera, o conveniencia, eso no es razón.  Hoy terminamos de sembrar algunos árboles, quizá no fueron muchos, pero esperamos haber sembrado un poco de inquietud y vergüenza en quienes siguen en el letargo electoral, gozando de su 28% de aumento salarial.

Revolcadero. Esta semana le tocó la nota roja a Juan Martín, la próxima semana ¿a quién le tocará? Al ciudadano Mendoza Márquez ya no le alcanzan los dedos de la mano para contar los muertos por semana.

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