Nuestra salud mental

En un interesante comunicado de prensa que compartió el miércoles, la Secretaría de Salud de Guanajuato informó que durante los dos años que hemos vivido inmersos en la pandemia, las afectaciones más frecuentes en el tradicional Centro de Atención Integral a la Salud Mental ubicado en San Pedro del Monte, han sido los trastornos depresivos.

La información suena muy lógica, pero lo que me sorprendió es saber que hasta antes de la crisis por el coronavirus, se atendía a más pacientes por esquizofrenia que por depresión

Durante los dos últimos años las atenciones hospitalarias sumaron 1,943, de las cuales 314 casos fueron a causa de cuadros depresivos sin síntomas psicóticos, 284 casos de esquizofrenia paranoide, 136 casos de trastorno de inestabilidad emocional de la personalidad y 80 casos de trastornos mentales y del comportamiento debido al uso de substancias psicoactivas.

Lo mismo ocurrió con las consultas, donde los trastornos de ansiedad generalizada y los cuadros depresivos moderados superaron ampliamente a los casos de esquizofrenia paranoide.

Sin ser un conocedor en la materia y con el riesgo de que me corrija alguno de los doctores que publican en AM o nos leen, me quedo con la impresión de que el agobio de la pandemia provocó que muchas personas que se resistían a buscar ayuda profesional por sus depresiones, lo hicieron estos dos últimos años como resultado del agobio que todos en alguna medida sufrimos.

Como sea, conviene también rescatar el dato de que las hospitalizaciones por trastornos provocados por el uso de drogas pasó de ser la décima causa de atención a la tercera, un indicador que nos manifiesta de nueva cuenta la importancia de fortalecer estrategias como la de Planet Youth y hacer todo lo posible por desarrollar esquemas de internamiento preventivo para estos pacientes.

Quienes de una forma u otra hemos estado cerca del problema de las adicciones sabemos que todos los que pueden internan en alguna clínica o anexo a sus enfermos, una alternativa que aumenta las posibilidades de éxito en un tratamiento que ya de por sí fracasa tan seguido. Urge reflexionar en este tema, que no he oido hasta ahora que se mencione en la nueva alternativa que con muy buen tino, pero me parece que con escasos alcances hasta ahora, desarrolla la Secretaría de Salud estatal. Aunque algo es algo.

Consulta con una paciente en el Centro de Atención Integral a la Salud Mental en San Pedro del Monte. Foto: Secretaría de Salud de Guanajuato

¿Cuánto tiempo debe durar un duelo?

Y sobre este tema, durante la pandemia ninguna angustia ha sido tan dura como la de aquellos que han perdido a sus seres queridos. El desquicio de nuestra vida cotidiana que trajeron las medidas sanitarias, el encierro, el temor a contagiarse o morir, los cambios en el esquema laboral han sido una carga demasiado pesada para quienes además sufren por la partida de alguien.

Sin que haya estado directamente relacionado, pues se trata de un debate que lleva muchos años, el Manual de Diagnóstico y Estadística de los Trastornos Mentales acaba de incluir el llamado duelo prolongado.

Los antecedentes y los alcances de esta nueva decisión -que tendrá repercusiones en los ámbitos de la salud, el trabajo y con las aseguradoras-, quedan claras en un magnífico reportaje de The New York Times que su newsletter semanal compartió esta semana a los lectores de su servicio en español. 

“La decisión marca el fin de un largo debate dentro del campo de la salud mental, y hace que los investigadores y médicos consideren el duelo intenso como objeto de tratamiento médico. Esto sucede en un momento en que muchos estadounidenses se sienten abrumados por la pérdida”, señala Ellen Barry, la autora del texto. 

Otro escrito incluido en el envío ofrece consejos de enorme utilidad para brindar un apoyo efectivo a esa persona que apreciamos y que pasa por momentos difíciles. De acuerdo con la autora, Tara Parker-Pope, muchos de los mensajes que enviamos con la mejor intención pueden resultar contraproducentes y lograr resultados muy diferentes a los que buscamos. Vale la pena el repaso.

Más sobre el tema: ¿cómo afrontar el duelo?. Foto: Agencia Reforma

Desafío ambiental (escondido)

Con frecuencia trato en este contacto dominical los temas de la violencia en Guanajuato o las disputas entre el Gobierno federal y sus adversarios, como los llama el propio Presidente de la República.

Esta semana no le vi sentido, un tanto abrumado por la reiteración. Ya puede el lector repasar La Olla dominical de nuestro diario para tener más elementos de juicio sobre lo que ocurre por ejemplo en Celaya, la incapacidad de las autoridades para controlarlo y la forma en que potencian la difícil situación funcionarios que salen al paso con declaraciones que la realidad hace saltar en pedazos.

Un desasosiego similar me deja todo lo ocurrido con el arranque del nuevo aeropuerto en Santa Lucía, el enfrentamiento de los seguidores del régimen con los ambientalistas y todas esas escaramuzas que dejan la impresión de un País partido en pedazos, donde cada bando cree ser el depositario de verdades absolutas. A ver en qué paramos.

Pero metidos en el tema de las amenazas ambientales como producto del reclamo que distintas personalidades hicieron contra el Tren Maya (cuya construcción sin duda ha sido un desastre, al menos administrativo), apareció este fin de semana en un reportaje de El País un escrito sobre otra amenaza ambiental, esta sí al parecer indiscutible, y cuyos detalles llaman mucho la atención.

Se trata de la historia de la cacerolita de mar, una especie que como señala el título de la historia, ha sobrevivido durante 200 millones de años pero no contaba con la amenaza que suponen los seres humanos.

Bautizado así en alusión al cíclope Polifemo, por sus cinco ojos, resulta un pariente lejano de nuestros tan conocidos alacranes y de las arañas, aunque en Estados Unidos lo llamen cangrejo herradura. Su presencia es tan poderosa que, como señala el texto, lo podemos encontrar en el Popol Vuh, el libro sagrado de los mayas (donde lo citan como mex, ahora mesh), los relatos de los conquistadores europeos y, faltaba más, en Los Simpson.

Su sangre azul, conocida también como hemolinfa, se extrae de miles de ejemplares en Estados Unidos, donde hay poblaciones mucho mayores que en Yucatán, en cantidades industriales. “El sistema inmune del animal es tan arcaico que su sangre forma coágulos al detectar patógenos externos. Es un sistema de detección de intrusos tan rústico como efectivo y que se aplica ampliamente en la prueba de pureza de vacunas”, señala el reportaje.

Así que por lo visto sobre de qué ocuparse en materia ambiental, sin preguntar por los antecedentes.

La cacerolita de mar, un prodigio que no evolucionó y ahora se ve amenazada por productores de vacunas y medicamentos. Foto: Especial

¿Qué ver, qué leer?

Curioso que la fiesta del Oscar se celebre justo en el 20 aniversario del fallecimiento de una de las grandes estrellas de esta, Billy Wilder, un nombre que hoy seguramente no dice ya nada salvo a los aficionados de hueso colorado al cine.

Para ellos, vale la pena rescatar este texto que ofrece Nexos con motivo de la celebración de esta noche, en una industria revolucionada de una forma impensable por la creciente influencia de las productoras de streaming.

Billy Wilder, Walter Matthau y Jack Lemmon, en Primera Plana, su inolvidable retrato del mundo de la noticia. Tomada de: movingyourlife.com

MCMH 

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