Llamó mi atención el silencio y la docilidad de nuestros diputados ante la injerencista instrucción del embajador de USA, Ken Salazar, por el acercamiento México-Rusia, cito: “Eso nunca puede pasar,& nunca puede pasar”.
No nos hagamos tarugos, la expresión del embajador no fue un enunciado ni una recomendación ¡fue una instrucción!… Maía, mi nieta de trece años expresa: “Las palabras significan”, ¡No!, no debemos interpretar ni matizar lo dicho por el enviado del Imperio, dijo lo que dijo y no es casualidad, menos cuando hace solo una semana, el Presidente de USA, Joe Biden, declaró: “Creo que esto (la crisis en Ucrania) presenta algunas oportunidades importantes para hacer algunos cambios reales. Ya saben, estamos en un punto de inflexión; en la Economía del Mundo Liberal, no solo la economía mundial, en el mundo ocurre cada tres o cuatro generaciones. Como uno de mis principales militares dijo en una reunión de seguridad el otro día: 60 millones de personas murieron entre 1900 y 1946 y desde entonces establecimos un nuevo Orden Mundial. Mucha gente moría pero ni de lejos había un caos. Y ahora es el momento en que las cosas están cambiando. Va a haber un nuevo Orden Mundial y TENEMOS QUE LIDERARLO. Tenemos que unir al resto del “mundo libre” y hacerlo así, de todos modos”.
Ya la semana pasada en mi artículo en el a.m. advertía de los intentos imperialistas de USA para imponer un nuevo Orden Mundial, y la exitosa estrategia para “obligar” a los rusos a atacar a Ucrania, al abrir la posibilidad de que esta se incorporara a la Unión Europea y a la OTAN, una “línea roja” inaceptable para los rusos, cito: “Biden quiere un nuevo orden mundial bajo su control; en mi opinión, los principales instigadores de la guerra en Ucrania fueron los gringos. Rusia fue muy clara desde el 2008 hasta el 2021: Por seguridad nacional de Rusia, no podemos permitir que pongan misiles nucleares de la OTAN en Ucrania (mi frontera), por ello, imposible aceptar que Ucrania entre a la OTAN. Los gringos contraargumentaron diciendo que Ucrania era un país libre y soberano que podía ser parte de la OTAN y que estaban revisando su solicitud de ingreso, ello a pesar de que en 1991, al desintegrarse La Unión Soviética, la OTAN prometió no acercarse a Rusia, promesa incumplida.” Si a ello añadimos la abrumadora propaganda para presentar a Putin (aclaro, en lo personal creo que la invasión a Ucrania fue un error y es criminal, como lo fueron la invasión a Irak, la guerra contra Yugoslavia y la destrucción de Libia) y a Rusia como los malos de la película, el resultado es una opinión mundial que sataniza a todo aquel que ose no estar en contra de los rusos; lo que le da el poder a USA para, como santo inquisidor, señalar a los que no quieren enemistarse con Rusia y amenazarlos con sanciones, que avaladas por la borregada europea, representan un castigo y una amenaza real que empodera al Imperio, logrando así para los gringos, al margen de la ética y la moralidad, el objetivo propuesto de Joe Biden de liderar el nuevo Orden Mundial.
Adicionalmente y de forma anecdótica, los gringos incrementaron exponencialmente sus ventas de gas licuado a Europa, un 40% más caro que el gas ruso, bajo el falaz argumento de que comprar bienes a Rusia significa financiar su guerra contra Ucrania y cuidado, el santo inquisidor amenaza de nuevo, quién, vía compras de energéticos rusos apoye el financiamiento de la guerra contra Ucrania, será excluido del nuevo Orden Mundial y sancionado.
Conclusión: con una maniobra que el mismito Maquiavelo envidiaría, con una inteligente e inmoral estrategia Geopolítica, USA demuele la soberanía de los pueblos y entre otros, pone bajo sus órdenes a la Unión Europea, a la OTAN y a México, para, con amenazas y castigos obligar a la exclusión de Rusia, eliminando así a su principal competidor en la carrera armamentista, apoderándose del mercado de energéticos ruso, reforzando el posicionamiento del dólar y debilitando a China al estigmatizar a su principal aliado, para así, competir con ventaja y con amenazas en la guerra comercial que Trump le declaró a los asiáticos; ello al tiempo que hace el negocio de su vida vendiendo gas licuado caro y nutriendo su economía de guerra al obligar a todos, por la amenaza rusa y china, a incrementar su presupuesto armamentista y a comprar armas, que obvio, no podrán adquirir de los rusos ni de los chinos, los malos de la película.& ¡Así de sencillo!
Un saludo, una reflexión.