Llegó el tiempo del calor en esta primavera que pinta para ser de altas temperaturas. Sentiremos pronto el sudor y rogaremos por las lluvias. El agua, como medio indispensable para saciar la sed y crear humedad será pedida. Es en primavera también donde la flora y la fauna crecen y la radiación acelera la fotosíntesis para invitarnos también, a refrescarnos donde y como podamos. Por eso, las albercas son un elemento importante para forjar buenos recuerdos en tiempos de calor. Si. Son pocos los que las conocen y menos los que las disfrutan. Nuestras enormes desigualdades económicas, nos llevan a reconocer que en las clases populares pocos son quienes conocen el mar o han aprendido a nadar por no tener contacto con albercas, que son en realidad, un lujo.

Pero son los niños quienes más las disfrutan. La infancia es el tiempo más tierno para poder imaginar el futuro. En México viven 30,000 niñas, niños y adolescentes en la orfandad que esperan ser adoptados. Cinco millones, además, son considerados huérfano por haber perdido a algún miembro de su red parental, ya por migración, muerte por COVID, asesinato o abandono simple. Y allí están, al acceso de los malosos que ofrecen dinero fácil para entrar a la maldita industria de la muerte y las drogas.

Es mucho lo que debemos hacer como sociedad, empresas y gobierno para poder romper el círculo vicioso del crimen organizado. Debemos empezar temprano, en las zonas más conflictivas donde todo son carencias y también en proyectos que contengan, rehabiliten, eduquen, edifiquen, para hacer posible el rescate. En los proyectos de reinserción social, en esos donde nadie entra y nadie atiende, es donde más necesitamos apoyos. Aquí es donde escapan de los cárteles, de la desesperanza, de las drogas e incluso del riesgo de entrar a los tutelares al ser ya perseguidos por la ley.

Para rehabilitar se requieren centros que tengan todos los recursos de infraestructura y de métodos para el trabajo con los jóvenes en las edades críticas de los 12 a los 22 años, que es donde más se siente el abandono y la pobreza. Aulas para educar, canchas deportivas para jugar, internados para tener un espacio digno para reclinar la cabeza y alimentos para sostenerse. Para rehabilitar son necesarios equipos de educadores, trabajadores sociales, psicólogos, nutriólogos, entrenadores y médicos, para crear ambientes preventivos y de recuperación.  Por eso, las áreas deportivas y de recreación son tan importantes en los modelos educativos y en aquellos que, -como los orfanatos y los centros de reinserción social-, reconstruyen proyectos de vida. En México, las casas hogar no los tienen y menos los tutelares. Para romper las inercias y dejar de lado lo gris, los ambientes son clave. Colores, música, integración, dinámicas grupales, deporte y albercas.

Quien lo entendió bien y lo hizo un modelo pedagógico exitoso que ha rescatado a millones de seres humanos jóvenes desde hace 200 años, fue San Juan Bosco. Por eso, sus salesianos son reconocidos en la historia moderna como los mejores educadores de jóvenes en condiciones de vulnerabilidad. Pues bien, en Ciudad del Niño Don Bosco, en este proyecto que ha formado a miles de jóvenes en sus orfanatos, internados y escuelas, se construyó hace 40 años una alberca, pero lleva 20 años sin uso debido a que la prioridad es el sostenimiento financiero de la obra social. Enorme, en el espacio clave para que se llene de sonrisas, la reconstrucción de la alberca, requiere de arreglos mayores y menores, pero que será posible concretar, como muchas otras ideas, en esta columna.

Resulta que les pido, gente generosa, que me acompañen en este propósito de tener rehabilitada la alberca de los niños y reinaugurarla el 24 de mayo, en la fiesta de María Auxiliadora. Voy por 150,000 pesos para hacer realidad la idea. Requiero bultos de cemento, sacos de arena, impermeabilizante, productos químicos, tubería y calentadores solares. Se trata de reconstruir las grietas, sustituir la tubería antigua, reparar la casa de bombas y calentar un poco el agua, para que funcionemos con lo básico para beneficio de 350 historias infantiles.

Les reembolso la gratitud de los pequeños, su contribución a construir proyectos de vida y recibos deducibles de impuestos. Por favor, pasen la voz y ayuden con lo que puedan en la medida de sus posibilidades. Doy mi palabra de que requiero esta infraestructura para construir sueños. Amigos de la asociación de ferreteros, gente querida de la CMIC y CANADEVI, solidarios exalumnos profesionistas, acudan a este llamado, para que podamos en pocas semanas, rehabilitar la alberca de los niños.

 

 

 

RAA

Leave a comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *