HOY la Suprema Corte de Justicia discutirá una de las sentencias con mayores implicaciones económicas de la historia. Desde Washington, la representante comercial Katherine Tai advirtió que sería de 10 mil millones de dólares el daño económico a sus empresas si se valida la impugnada Ley de la Industria Eléctrica.
ESE SERÍA el monto que tendrían que pagar los mexicanos como indemnización a las empresas estadounidenses, por culpa de la llamada Ley Bartlett. Pero ahí no termina la factura: muy probablemente la acción legal de EU generaría una reacción semejante de las empresas europeas y nacionales.
A ESTE PASO, la barbaridad de cancelar el aeropuerto de Texcoco va a resultar una ganga en comparación. Pelearse con la realidad y con el mundo, al mismo tiempo, puede resultar muy caro. Por lo pronto, la decisión de hoy en la Suprema Corte será de mucho peso… y de más pesos.
BARBARIE. Genocidio. Masacre. Crímenes de guerra… Las reacciones del mundo han sido prácticamente unánimes al condenar las atrocidades de Rusia en Ucrania, luego de conocer las sangrientas imágenes de la ciudad de Bucha.
Y POR increíble que parezca, el que dice ser el gobierno más humanista en la historia de México se niega a condenar los crímenes rusos. Al contrario: se ufana de estrechar sus lazos de amistad, que a estas alturas ya más bien se ven como complicidad.
EL ASUNTO es que la propia embajadora ucraniana, Oksana Dramaretska, hizo un llamado público y directo al presidente Andrés Manuel López Obrador a sumarse a los esfuerzos internacionales para llevar ante la justicia a Rusia. Y de plano le soltó: “¿Realmente quiere seguir manteniendo relaciones amistosas con los genocidas en el Kremlin después de esto?”. Hasta ahora el Presidente no ha contestado. Ese silencio es deferencia con los verdugos e insensibilidad con las víctimas. La autoproclamada superioridad moral de la 4T ha perdido su brújula en la política exterior.
PARA DECIRLO en términos beisboleros, Adán Augusto López se va, se va… ¡se fue de la carrera presidencial! Varios corazones tabasqueños se rompieron cuando ayer en la mañanera el Presidente aseguró que su secretario de Gobernación no compite por la sucesión en 2024.
HACER A un lado a su paisano causó sorpresa, pues a raíz de su llegada a Bucareli y lo que en un principio fue una eficiente labor de operación política, el funcionario comenzó a colarse en las quinielas sucesorias. De hecho, así se entendía que hubiera dejado de lado su papel conciliador para volverse matraquero de Morena.
SERÍA interesante que Adán Augusto López dijera si sabía que no competía o si también se amaneció ayer con la sorpresa. No vaya a ser que lo bajaron porque ya le estaba haciendo sombra a Claudia Sheinbaum.