Las noticias son alarmantes, sequías a nivel mundial, pérdida de cosechas en Rusia y en Ucrania, daño a ecosistemas y rompimiento de cadenas de distribución.
R- Auuu, mi Santias, hace más de tres años lo advertiste, señalando el conflicto comercial de USA (Trump) con China y el potencial conflicto bélico de USA vs Rusia (hoy una realidad en Ucrania), te cito: “Ante los problemas geopolíticos globales, ni México ni Guanajuato podemos hacer nada, solo nos queda, como a cualquier padre responsable, asegurar la alimentación de nuestros hijos, es decir, el camino responsable y defensivo ante eventos y conflictos mundiales ¡es la seguridad alimentaria!…
S- Tienes buena memoria, mi Rufo, y sí, México simplemente no tiene el peso político, económico o militar para que le hagan caso, por lo que no podemos influir en eventos mundiales; lo que sí podemos hacer, es priorizar el cuidar a nuestro pueblo garantizando su alimentación, lo que está asociada al cuidado de los recursos naturales y del medio ambiente; no hacerlo sería ignorar la alerta del Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, quién advirtió sobre el riesgo de hambruna a nivel mundial.
R- Guarraguauuu, mi Santias; si como percibo, el camino está claro, ¿están el gobierno federal y los gobiernos estatales de México actuando en consecuencia?
S- No tengo esa impresión mi Rufo, creo que, salvo honrosas excepciones, los gobiernos de los tres niveles: 1.- Siguen privilegiando aspectos políticos y electorales en materia agroalimentaria, 2.- Tienen programas escencialmente asistenciales o sectoriales que no impulsan el desarrollo, y 3.- Tienen un enfoque tradicional, impráctico e inoperante a partir de que el mundo cambió en el 2020 con la pandemia; pongo un ejemplo: la legislación sobre usos y derechos del agua es obsoleta, no contempla los cambios demográficos y climáticos, privilegia el desarrollo urbano, no ataca el desperdicio y lo más grave, a través de concesiones conserva privilegios de grupos y usuarios que no están alineados con el bien común y el interés nacional& En otras palabras, opino, el uso, distribución y conservación de recursos hídricos deberían estar en función del interés nacional, apoyados en ciencia y en el uso innovador de la tecnología; si así fuera, como un principio, el uso y aprovechamiento del agua estaría orientado prioritariamente hacia el abasto para consumo humano y hacia la seguridad alimentaria, incluyendo el impulso del campo y la recuperación de tierras productivas, lo que no veo.
R- Grrr, ¿qué habría que hacer para despertar del letargo, mi Santias?
S- Alzar la voz, mi Rufo, tocar puertas, difundir el mensaje que priorice la seguridad alimentaria dentro de las políticas de los gobiernos y sacudir a políticos y gobernantes, a riesgo de ser incómodo y caer mal.
R- Guauuu, ¿ y con la sociedad civil?
S- ¡Despertarla!, mi Rufo, la sociedad civil tiene que despertar y hacer suyas las causas nacionales; estamos hablando de vida, de la dignidad humana y de la seguridad nacional, imposible alcanzarlas si se tiene hambre y sin la participación de todos.
R- Guau, menuda tarea tenemos enfrente, mi Santias: modificar leyes, educar, orientar políticas públicas privilegiando la seguridad alimentaria, combatir la corrupción y el clientelismo, invertir en ciencia y tecnología, y eso, nada más es el principio, también tenemos que cambiar la cultura nacional para evitar contaminación y deterioro de recursos naturales y del medio ambiente.
S- También tenemos que legislar para privilegiar el alimento del pueblo sobre la exportación y la ganancia. Las tierras y los recursos nacionales deben tener como prioridad la seguridad alimentaria, no el negocio, lo que llevaría a cuestionar la propiedad de tierras por intereses extranjeros y de nuevo, a una revisión de la legislación existente& Así de sencillo.
Un saludo una reflexión