Quienes lo han visto recientemente relatan que el secretario de Marina, el almirante Rafael Ojeda Durán, está trabado de coraje. Lo que lo tiene así ha confiado a sus cercanos es la difusión de los nuevos videos del caso Ayotzinapa.

Se reportó que son unos 50 videos inéditos. De las imágenes reveladas hasta ahora, las más escandalosas provienen de lo que se ha dicho es un dron de la Marina que exhibe a elementos de esa dependencia moviendo unas bolsas con grandes bultos en el basurero de Cocula localidad guerrerense donde la “verdad histórica” señaló que quemaron a los estudiantes minutos antes de una diligencia oficial.

El video ha despertado sospechas sobre el papel de la Marina en los hechos y ha generado un encendido debate sobre la figura del propio secretario y si tuvo alguna responsabilidad en lo que se denuncia: al momento de la grabación de esas imágenes, el almirante Ojeda Durán era el jefe de la región naval en Guerrero.

Fuentes con acceso a Palacio Nacional me relatan que el almirante está realmente enojado con sus compañeros de gabinete por la divulgación de los videos que la propia Marina puso a disposición de la investigación oficial, y sentido con el presidente de la República.

No es el único.

También me informan que en las mismas está Omar García Harfuch, estrella del gabinete de Claudia Sheinbaum. El secretario de Seguridad Ciudadana de la capital del país, quien sobrevivió a un brutal atentado hace casi dos años, era el coordinador general de la Policía Federal en Guerrero cuando sucedió la desaparición de los normalistas. Y desde las propias filas del obradorismo han estado subiendo volumen y temperatura al hablar de García Harfuch y Ayotzinapa.

De nuevo, los golpes vienen de adentro, y si con el secretario de Marina el presidente ha sido tibio en defenderlo, con el jefe de la policía de la Ciudad de México ni siquiera ha habido tal defensa.

SACIAMORBOS

Cuentan que la primera opción del presidente López Obrador para la gubernatura del Banco de México no fue Victoria Rodríguez Ceja. Su primera opción fue Alejandro Encinas Rodríguez, subsecretario de Derechos Humanos en Gobernación, encargado del caso Ayotzinapa y quien fue su sustituto en la jefatura de Gobierno de la Ciudad de México cuando dejó el cargo para la campaña presidencial de 2006. López Obrador dijo que confiaba mucho en él, que era un hombre con un gran sentido social, que entendía los principios de austeridad y lucha por los pobres, y que como sabía que era economista, quería que fuera gobernador del Banco de México. Encinas contestó que si bien estudió la Licenciatura en Economía en la UNAM, no ejercía hace décadas, no se sentía con las capacidades técnicas actualizadas para ocupar un cargo de tan alta responsabilidad y que lo que él realmente quería era ser secretario de Gobernación.

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