¡Saludos educativos! José Antonio Marina autor de este super importante tema del Talento de los Adolescentes ha escrito conceptos valiosos que defienden esa etapa necesaria en ellos. Trata de convencernos para que borremos esa imagen equivocada y dañina de los jóvenes. Hemos aceptado que ellos son de lo peor, lo cual es falso. Escogí el tema del Talento de los Adolescentes para demostrar lo que afirma Don José Antonio Marina. La opinión de Don José es que debemos valorar esa etapa. El verbo DEBEMOS incluye a los propios adolescentes, a los padres de familia, a los maestros y a la sociedad entera. Empiezo por señalar: “Que el talento es acción”. Y añado que (lo siguiente está escrito en su libro) “TALENTO” es el buen uso de la inteligencia que se demuestra eligiendo bien las propias metas y movilizando los conocimientos, las emociones y las destrezas necesarias para alcanzarlas, es decir, es una secuencia de buenas decisiones. Suele decirse que la educación del talento consiste en desarrollar al máximo el potencial de una persona, pero esta expresión resulta engañosa. Hablar del potencial de una persona como si fuera una riqueza recibida y oculta que se puede utilizar o no, es una ingenuidad. Las capacidades personales solamente van aumentando con el ejercicio adecuado. Cuando existe la búsqueda de objetivos personales, dicha búsqueda ayuda a crear las herramientas para alcanzar el objetivo y LO MÁS SORPRENDENTE DE LA INTELIGENCIA HUMANA ES QUE PUEDE EMPLEAR SUS PROPIOS RECURSOS MEDIANTE UN ENTRENAMIENTO CONTINUO, PORQUE EL CEREBRO TIENE LA CAPACIDAD DE CONSTRUIRSE Y RECONSTRUIRSE ASÍ MISMO. El talento infantil es uno y como debe de crecer se puede convertir en un talento adolescente, en un talento adulto, en un talento anciano. En cada momento el talento es la mejor manera de realizar las tareas propias evolutivas. Utilizando siempre los recursos nuevos que ha ido adquiriendo. En esta ocasión no alcanzo hablar de los talentos especializados y repito lo cierto es que EL TALENTO ES ACCIÓN. También es bien cierto que cuando actuamos, lo hacemos para obtener un fin. Ese fin es la felicidad o sea el bienestar personal y social. En todo esto es donde entra en juego el talento. Tomemos en cuenta que el adolescente desea sentirse competente y autónomo y en esa etapa busca descubrir y medir el campo de sus posibilidades y es con su talento que puede hacer posible lo imposible. Antes debe haber una motivación, la cual es el motor de la acción y a su vez hay otro elemento que lo hecha a andar, se llama pasión. Las grandes innovaciones, por lo general, se incuban en la etapa de la adolescencia, para eso está programada. ¿Pero qué es la felicidad? “La felicidad es la armoniosa satisfacción de nuestros tres grandes deseos: 1) Pasarla bien, 2) Mantener una calidad, agradable y estimulación afectiva, 3) Sentirse capaz de progresar, hacer y dar sentido a la realidad. En la filosofía están catalogadas como las vertientes hedónica, afiliativa y ejecutiva de la felicidad. El reto personal es la responsabilidad y la formación continua”. Nos leeremos en la próxima. El Pilón Filosófico: “Ser padre de un niño es un asunto de educación. Ser padre de un adolescente es cuestión de relación.” Seguiremos con el mismo tema para la próxima.  

Editorial: Ariel

Precio: $269

Capturista: Mónica Caballero

 

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