En este mismo mes se han presentado intensas controversias por dos situaciones que han levantado muchas discusiones, primero, la consulta para la revocación del mandato del ejecutivo federal y segundo, la reforma eléctrica. En el caso de la consulta del pasado 10 de abril, mientras la oposición consideró que fue una farsa o cuando menos, un ejercicio inútil, para el gobierno se trató de un ejercicio ciudadano útil para hoy y a futuro.

El resultado final favoreció la permanencia del presidente con más de 16 millones de votos, que representan más de la mitad de los obtenidos en la elección presidencial, contra poco más de 1 millón de votos para que se fuera, los morenistas opinan que esta práctica servirá en un futuro para revocar el mandato de funcionarios no capaces o corruptos, aunque ahora solo haya sido para medir la popularidad del presidente AMLO.

Otra queja del gobierno, fue que no se instalaron todas las casillas como en la elección presidencial, la justificación del INE fue que no se le dieron los recursos suficientes, la oposición sostuvo que se trató de atacar al INE pues se sumaron críticas a su desempeño y al de algunos de sus funcionarios por parte de algunos actores políticos de MORENA.

La segunda discusión se presenta alrededor de la reforma eléctrica, que según sus detractores busca continuar el uso de energías sucias, es decir, quema de combustóleo y uso de gasolinas contra el uso de energía eólica, fotovoltaica y otras, mientras el gobierno alega que lo que busca es desterrar la corrupción, los contratos leoninos y mantener el control de la producción y distribución por parte del estado y no de entes particulares.

Aduce el gobierno que si ha invertido en las energías alternas y la iniciativa privada y partidos conservadores dicen que no lo suficiente y piden mayor participación en ese sector y la posibilidad de vender ellos la energía sobrante. Ponen el ejemplo de la cadena de tiendas OXXO que cuentan con paneles solares tienen cuentas mínimas y venden luz.

Si recordamos los accidentes que se han presentado al drenar los ductos de PEMEX y el gran negocio de los llamados “huachicoleros” se comprende el interés en este tema y la necesidad de regularlo. Argumentan que el país es rico en sol y viento y ambas son energías limpias y el gobierno replica que ya lo hace en varias zonas del país. Alegan que al impedir la participación de particulares se violan los principios de tratos internacionales.

El caso es llegar a los puntos intermedios y favorables para ambas partes de modo que el país y los ciudadanos salgamos ganando sin caer en fanatismos ni confrontaciones estériles y conservando la propiedad de las energías sin que haya abusos o corrupción.

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