Depósitos en efectivo hasta por 500 mil pesos. Una cuenta de inversión en Estados Unidos por más de un millón de dólares. Transferencias millonarias a familiares o personajes del círculo íntimo del gobernador de Morelos, Cuauhtémoc Blanco.

Ayer, la Fiscalía Anticorrupción de Morelos presentó tres solicitudes de formación de causa a fin de que Blanco sea procesado en relación con varias carpetas de investigación iniciadas a raíz de denuncias presentadas por Gerardo Becerra, ex asesor en temas de corrupción del propio Blanco, y el abogado Enrique Paredes, presidente del Colegio de Abogados de Morelos.

Se acusa a Blanco de fraude procesal, falsificación de documentos y el cargo más fuerte de enriquecimiento ilícito.

La denuncia por este último delito se presentó hace seis meses. Finalmente, con información de la Comisión Nacional Bancaria, se constataron una serie de operaciones sospechosas e injustificadas que no concuerdan con los ingresos reportados por el hoy gobernador y ex presidente municipal de Cuernavaca.

Según la acusación presentada al Congreso, no hay indicios de que estas operaciones se hayan originado en actos de comercio o de negocios lícitos; por el contrario, existen indicios de que fueron realizadas de manera ilícita, algunas veces a través de empresas fantasma.

En esas operaciones figuran de manera relevante Jaime “T”, amigo íntimo del exfutbolista, así como Edgar “R”, su primo y secretario particular. Ambos expidieron y recibieron cheques y realizaron, según la acusación, transferencias interbancarias que podrían revelar el manejo de activos de origen ilícito.

La mayor parte de los movimientos fueron realizados entre 2015 y 2018, cuando Blanco fue presidente municipal de Cuernavaca.

Entre las personas presuntamente involucradas en estas operaciones están también los medio hermanos del gobernador Blanco: Ulises “B” y Ricardo “B”, el primero de los cuales preside el Partido Encuentro Solidario en Morelos.

Además de los personajes ya mencionados, se presentaron acusaciones en contra de Jonathan “B”, otro de los involucrados en el cruce de depósitos, cheques y transferencias.

Según declaraciones hechas ayer por el vicefiscal anticorrupción de Morelos, Edgar Núñez Urquiza, el proceso por enriquecimiento ilícito gira alrededor del desajuste entre lo que Blanco ha ganado como presidente municipal, y luego como gobernador, y lo que ha presentado en sus declaraciones patrimoniales.

Una segunda acusación tiene que ver con “los papeles chuecos del Cuauh”: la falsificación de la constancia de domicilio que presentó en 2015 para acreditarse como vecino desde hacía diez años del fraccionamiento Lomas de Cortés, y poder contender a la presidencia municipal de Cuernavaca.

El domicilio en esa constancia era, en realidad, el de uno de los dueños del Partido Social Demócrata morelense, Roberto Yáñez Moreno. Nadie en ese fraccionamiento conocía a Blanco, que por esos días jugaba sus últimos partidos en Puebla.

La tercera denuncia tiene que ver con la presentación de un documento que él no había firmado contenía una firma falsa del gobernador, a fin de gestionar que el secretario de Gobierno supliera su ausencia, el año pasado, cuando el mandatario vacacionó en Brasil.

Si el Congreso verifica los datos de esta petición, y autoriza que se formule una imputación, el gobernador será citado a una audiencia. El más grave de los cargos conlleva una pena de hasta 15 años de prisión. ¿Habrá llegado la noche para el gobierno de Cuauhtémoc Blanco?

 

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