Apenas la semana pasada (18 de abril) la Red por los Derechos de la Infancia, Redim, denunció que, de acuerdo con el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas, publicado por la Secretaría de Gobernación, 14 personas de entre 0 y 17 años de edad fueron reportadas diariamente como desaparecidas o no localizadas.

Esto indica que solo en 2021 ocurrieron en México cinco mil 110 casos de desaparición de menores.

Diez días antes se había dado a conocer la desaparición de Mizty Tonantzin López Cruz, una joven de 18 años, estudiante del CCH Oriente, que aquella mañana, después de una cita médica, abordó una combi en la Avenida Vicente Villada, en Ciudad Nezahualcóyotl, con dirección a la Calzada Ignacio Zaragoza.

Se desconoce el motivo por el cual abordó esa combi. Solo se sabe que en su casa la esperaron en vano, que en ese mismo sitio Mizty había dejado su celular, que no llevaba objetos ni pertenencias personales, que no habían sobrevenido discusiones ni problemas familiares de ningún tipo, y que ninguna de las amistades de la joven posee noticias sobre su paradero.

La noche del 5 de abril pasado, Emmanuel “N”, un joven de 14 años de edad, fue reportado por sus familiares como desaparecido. Lo habían visto por última vez en la colonia Atlampa, alcaldía Cuauhtémoc. De acuerdo con la relación de un testigo, hombres armados lo privaron de su libertad.

Fragmentos de un cuerpo desmembrado fueron hallados días después en una calle de Gustavo A. Madero. La Fiscalía capitalina reportó que aún buscaba el resto de su cuerpo.

Pocos días más tarde fueron hallados los restos calcinados de Edwin Mauricio, un niño de siete años de edad, reportado como desaparecido el 12 de abril en el municipio de Jesús María, Aguascalientes. Trascendió que su padrastro “lo había enviado a la tienda”. La investigación de la fiscalía estatal determinó que en realidad su padrastro lo había asesinado a golpes.

El 13 de abril, Ángel Gabriel “N”, un niño de 12 años, desapareció en la comunidad de Cuacnopalan, en el municipio de Palmar de Bravo, en Puebla. El menor transitaba al lado de un tío cuyo cuerpo apareció más tarde en bolsas negras. Varios días después, el cuerpo de Ángel Gabriel “N” fue hallado en el municipio de Tecamachalco.

Estos casos ilustran parcialmente la terrible realidad denunciada por la Redim: de los 14 casos de desaparición diarios, en cinco casos no ha habido resultados: los menores siguen en condición de desaparecidos o no localizados.

Según Tania Ramírez, directora ejecutiva de la Redim, desde el inicio de la llamada guerra contra el narco, desatada por el gobierno de Felipe Calderón, las desapariciones en el país se incrementaron de manera sustancial.

Entre 1964 y 2006 se habían reportado 159 casos de menores desaparecidos. Entre 2007 y 2012 la cifra se elevó a 2 mil 313 casos. Durante el sexenio de Enrique Peña Nieto los números prácticamente se triplicaron: en 2018 se había llegado a 6 mil 103 desapariciones.

Un escándalo absoluto. Sin embargo, en la administración de Andrés Manuel López Obrador, 19 mil 445 niñas, niños y adolescentes han sido reportados como desaparecidos.

Dos tragedias encontradas: la de los 19 mil 445 reportes de desaparición de menores en lo que va del sexenio y el silencio absoluto de un presidente que solo parece interesado en asuntos electorales, en aplastar a sus críticos, y en dar a conocer, una “mañanera” sí y otra también, encuestas que miden favorablemente su popularidad.

 

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