El contagio, la quinta ola
Dos años, dos meses y 20 días después de que Guanajuato registrara el primer caso de COVID-19, el 15 de marzo de 2020, un examen confirmó el sábado de la semana anterior que pasaba a formar parte de los contagiados por el coronavirus.
Gracias a los superhéroes que desarrollaron las vacunas, el diagnóstico es ya hoy una cosa muy diferente. Aunque la infección está muy lejos de ser un juego, lo más común es que la vida de quienes estemos inmunizados no corra riesgos. Así nos pasó a mi esposa y a mí, pues para cuando me di cuenta ya la había contagiado.
Como sea, el virus provoca una tos imparable, dolores de cabeza que llegan a ser de alarido y un cansancio que lo deja a uno fuera de la jugada, al punto de fallar con sus lectores y ser incapaz de redactar El Intérprete de la semana pasada. Una disculpa.
El caso es que Guanajuato y el país afrontan la quinta ola de la pandemia y aunque el gran número de contagios registrados previamente y la inmunización permiten un firme optimismo, conviene considerar que los costos que provoca el ausentismo, las molestias que sufren los enfermos y la posibilidad, por remota que sea, de que los casos se compliquen y haya más decesos, nos dejan en claro que la pandemia está muy lejos de terminar. Sigue cuidándote.
La grilla, otra epidemia
Llevamos una semana dedicados al análisis de las elecciones celebradas el 5 de junio y la mata sigue dando con generosidad: que si Morena es partido dominante y lo será hegemónico, que si vale la pena que los panistas conserven su alianza con el PRI menguante y el PRD agonizante, que si Movimiento Ciudadano se sumará por fin con algún otro partido, que si & añade por favor alguno de los muchos otros puntos de gran interés que se han repasado y que a ti te resulte atractivo.
Lo que es un hecho es que la fiebre electoral llegó para quedarse y parece que ya no habrá manera de escapar a su contagio. Justo a un año de la celebración de los comicios en el Estado de México, Morena anuncia para hoy y el PRI para mañana el arranque de la carrera por hacerse de esta entidad, la más apetecible de toda la República y una de las que sin duda definirán la disputa de 2024.
El análisis de la jornada del domingo pasado llegó por supuesto a nuestras páginas y plataformas digitales. En una colaboración muy dura, don Juan Aguilera Azpeitia no deja títere con cabeza en su demanda de que los partidos hagan autocrítica y extiende el consejo al terruño.
Lo mismo hace Alejandro Pohls, que es uno de los que plantea que los panistas deben pensar muy seriamente si les conviene seguir en alianza y lamenta los optimistas balances realizados por el dirigente estatal, Eduardo López Mares, a quien tunde de lo lindo, y por el nacional, “Markito Cortés”, cuya renuncia sugiere, al igual que la del priísta Alito Moreno.
Así que& ¿quién ganó las elecciones y que podemos esperar de estos resultados con vistas al futuro? Enrique Quintana, el mesurado director editorial de El Financiero, sostiene que nos dan claros indicios de lo que podría venir pero que en su opinión están todavía lejos de permitirnos adelantar la película completa.
Quintana sostiene que a pesar de que Morena obtuvo cuatro de las seis gubernaturas en disputa y 50.3% del total de los votos, la convocatoria del domingo pasado no es representativa de lo que ocurre en el país entero.
“En realidad, lo que muestra el resultado es que el balance político es muy parecido al de 2021. Hay otro dato adicional. La tasa de participación fue menor este año. En una elección en la que salgan millones más a votar, el resultado puede ser incierto”, afirma Quintana.
Así que seguiremos felices con las especulaciones. La primera de ellas, que acaso repita lo que podría pasar con la selección presidencial, es la disputa por la candidatura de Morena al gobierno del Estado de México, donde tres candidatos oriundos de Texcoco -entre los cuales la polémica secretaria de Educación, Delfina Gómez, que parece jugar como corcholata favorita- permiten vaticinar un agarrón de pronóstico. Estaremos pendientes.
¿Qué ver, qué leer?
Borgen, la serie danesa, provocó en su momento que incurriera en uno de los más arrebatados excesos pecuniarios que registra mi larga historia de comprador de LPs, CDs y series en la época previa a que casi todo fuera streaming.
Resulta que me topé en alguno de los canales europeos de cable varios capítulos aislados y por más que intenté, no conseguí ni siquiera ver alguna temporada completa, mucho menos los discos respectivos.
Así que me armé de valor y en la entrañable Casa del Libro española conseguí la serie completa a cambio de una cantidad de euros que luego por momentos me pareció escandalosa. Pero el gusto de verla con calma en casa no nos lo disputó nadie.
Así que es fácil de imaginar el gusto que nos dio que Netflix reviva las andanzas de Birgitte Nyborg, encarnada por la actriz Sidse Babett Knudsen, a quien ya hemos visto como dirigente opositora, Primera Ministra, ejecutiva de la empresa privada y ahora como& no diré más, los spoilers son los verdaderos traidores a la patria.
La serie, que por supuesto ya no puede causar el impacto que me produjo conocerla, mantiene sin duda una gran calidad y nos permite seguir asomándose a una forma de practicar la política que no por elegante es menos despiadada que en otras latitudes. Será el mejor recuerdo de mi encierro por el contagio.
MCMH